· Ciudad del Vaticano ·

Esperemos que sea mujer. Esperemos que la nueva economía, -la que está llamada a reemplazar a la actual, fracasada e injusta -, entienda, valore y sea liderada por mujeres. Son muchos los que lo desean porque, para muchos, los nuevos liderazgos femeninos pueden cambiar las cosas. Pueden alumbrar “una economía diferente, más inclusiva y humana”, como explica sor Alessandra Smerilli en el artículo de portada. No es solo un deseo. El planeta necesita cambiar las reglas y los fines que hasta ahora han regido su economía. La pandemia y sus consecuencias son la más reciente prueba de ello. El cambio podrá tener lugar si se aplican nuevos principios, nuevos procedimientos y nuevos sujetos. Hoy las mujeres, que han estado apartadas de los mecanismos de poder y de beneficios y de la regulación de la economía mundial, por esa misma circunstancia, son capaces de invertir una enorme riqueza de experiencia, cultura, relaciones, afectos, sentimientos y deseos, - hasta ahora considerados externos al mundo económico, incluso opuestos-, que cambiarían la suerte de muchos, de la mayoría del planeta, haciendo que dejaran atrás la miseria, la discriminación o la injusticia.

PDF