· Ciudad del Vaticano ·

La nueva Europa no podrá tener fundamento solo en la economía, en la finanza, en los acuerdos políticos, en la diplomacia. Necesita valores colectivos y, aunque pueda parecer extraño, de sentimientos compartidos que la guíen, la dirijan, interpreten su alma profunda e indiquen una esperanza en el futuro. Las patronas de Europa, las santas, a las que los habitantes del viejo continente se han encomendado, indican modelos, valores, caminos a seguir. Su santidad puede transmitir vitalidad y nueva fuerza a una idea que a menudo flaquea. Por esto, también por esto, les dedicamos un número de Mujeres Iglesia Mundo.

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