· Ciudad del Vaticano ·

La mitad de las personas que hacen el Camino de Santiago son mujeres. Hace tres años fueron más numerosas que los hombres. Después, la pandemia también interrumpió las peregrinaciones religiosas y las visitas a los lugares de culto. No fue fácil para nadie, mucho menos para las mujeres.

El virus truncó la devoción justo cuando había mayor necesidad de consuelo. Ahora, poco a poco, comienzan a retomarse las peregrinaciones femeninas, -ha reabierto, por ejemplo, la gruta de Lourdes-; peregrinaciones que no son solo manifestaciones devocionales ya que las mujeres siempre han necesitado este tipo de camino físico y espiritual, interior y de libertad.

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