Traicionadas por un padre, el valor de la hija

Caroline Darian, “E ho smesso di chiamarti papà- 
Il memoir della figlia di Gisèle Pelicot”, Utet

La historia ha llenado páginas de periódicos: Gisèle Pelicot, de 72 años, fue drogada y violada durante diez años por su esposo, Dominique, quien le suministró drogas y somníferos en secreto y luego abusó de ella, documentándolo todo con videos y fotos. Además, abrió la puerta de su casa a más de cincuenta desconocidos, con los que contactó online, para ofrecerles el cuerpo indefenso y dormido de Gisèle. Caroline, una de las tres hijas de Gisèle y Dominique Pelicot, es la autora del libro. Entre las páginas del volumen emergen distintos recuerdos de cuando Dominique era un padre como cualquier otro y Caroline era una niña. Pero ese padre no existe, tanto es así que Caroline, tres meses después de la sentencia (20 años de prisión), denunció a su progenitor por violación e intento de violación en su contra. No debió ser fácil exponerse de esta forma, pero madre e hija entendieron que no tenían por qué avergonzarse de esa historia; al contrario, debían volcar toda la vergüenza sobre su padre y sobre los hombres que manipulan, drogan y violan a sus esposas, novias o hijas, en un delirio patriarcal de dominación.

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