MUJERES IGLESIA MUNDO

Non Plácet

Mujeres religiosas y liderazgo: el relato televisivo que falta

 Donne religiose e  leadership:  il racconto televisivo che manca   DCM-006
07 junio 2025

Existe una especie de cortocircuito entre la representación y la realidad en lo que respecta a las religiosas. En el Vaticano, hay prefectas y gobernadoras, religiosas que son economistas, historiadoras, profesoras universitarias y científicas. Muchas de ellas dirigen congregaciones religiosas formadas por miles de personas como, por ejemplo, las Salesianas que son casi 15.000 o las Hijas de la Caridad que son casi 20.000 y están presentes en los cinco continentes donde gestionan colegios, universidades, instituciones educativas internacionales, hospitales, misiones, centros de acogida y proyectos de desarrollo. Sus Madres generales prácticamente dirigen multinacionales y gestionan fondos, tienen enormes responsabilidades y un impacto social concreto y medible. Pero todo esto se percibe muy poco en televisión, donde las monjas están atrapadas en una narrativa estereotipada y reduccionista. Son las protagonistas de ficciones ligeras y sentimentales, representan figuras aisladas y alejadas de la complejidad del mundo eclesiástico femenino contemporáneo.

E incluso en el nivel parahistórico, es decir, la revisión de personajes y épocas, el vacío de género es casi neumático. Durante un tiempo, las televisiones italianas compitieron por recrear las historias de papas y santos como Juan XXIII, Pablo VI y Juan Pablo I y II, Don Bosco o el Padre Pío. ¿Y las mujeres? ¿Toda esa vasta cosecha de personalidades colosales que animaron la vida de la Iglesia? Sí, vimos a alguna Santa Clara, un par de Madres Teresas o varias Juanas de Arco sin ningún análisis en profundidad particular sobre la joven, nacida en 1412, quemada en la hoguera en 1431, canonizada en 1920, y eso significará algo. La llegada de las plataformas de streaming ha despertado el interés por las mujeres que fueron pioneras en algo, véase a la abogada valdense Lidia Poët, la primera mujer en ingresar al Colegio de Abogados de Italia, con su biografía adaptada; pero aquí también encontramos poco sobre religiosas, místicas, teólogas. Y las hay que son auténticas gigantes.

Las cadenas creen que las mujeres de fe no llaman la atención de los espectadores, y que también es difícil modificar sus biografías. O explotarlas. El sentimiento común de directores, guionistas y productores lleva a pensar que lo femenino es ese “eterno” hecho de miradas asesinas y cuerpos seductores. Hay mucho trabajo por hacer y mentalidades que cambiar. El desafío, en tiempos “difíciles de recorrer y contar”, como dijo el Papa León en su primer encuentro con la prensa, es “nunca ceder a la mediocridad”, alejándose de “estereotipos y clichés”. Quizás haya llegado el momento de actualizar también la narrativa televisiva. Porque una Iglesia que cambia merece una narrativa a la altura de sus protagonistas.

de Alessandra Comazzi
Periodista, crítica televisiva

#sistersproject