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Cinco preguntas a...

Francesca Alfonsi: donar órganos permite reescribir la muerte y transformar el dolor

 Francesca Alfonsi: donating organs allows us to rewrite death and transform pain  DCMEN-006
07 junio 2025

Es un testimonio de caridad, un acto de generosa solidaridad y una señal de esperanza para muchas personas. Así define la Iglesia Católica la donación de órganos. A pesar de las garantías de la ciencia y la fe, debemos ser honestos porque elegir decir “sí” a la vida, justo en el momento de la muerte, es un acto altruista. Pero no podemos darlo por sentado. Si el difunto no llegó a expresar su voluntad en vida, la decisión recae en la familia. Miedos, supersticiones y desinformación son los obstáculos cotidianos con los que se encuentran a diario profesionales como la psicoterapeuta Francesca Alfonsi, del Policlínico Tor Vergata de Roma. Lo hacen con paciencia, como lo exige la comprensión del duelo.

¿De dónde nace este miedo?

Muchas veces se debe a la confusión entre coma y muerte cerebral. En el coma, el cerebro está activo, aunque mínimamente; en la muerte cerebral, el encéfalo está completamente inactivo. Nadie puede proponer la donación si no se ha confirmado previamente el fallecimiento. Solo después, y en ausencia de consentimiento expreso en vida, se puede proponer la donación a los familiares.

La persona está muerta, pero los órganos funcionan. ¿Cómo sucede esto?

Como dependen de una máquina, sin este soporte artificial los órganos se detendrían. Las máquinas se desconectan tras confirmarse el fallecimiento. En muchos países, como Italia, se hace a las seis horas. Sin embargo, si existe consentimiento para la donación, se desconectan en el quirófano.

¿Cómo es el primer impacto con los familiares?

Los acompaño a los pies de la cama de su ser querido para que se digan todo lo que no se han dicho, basta con un simple: “te quiero”. No somos buscadores de órganos, estamos ahí para ayudar a las familias. Si se logra el consentimiento, es maravilloso, porque al otro lado hay pacientes esperando cuyas vidas penden de un hilo. Pero nuestra principal tarea es apoyar a los familiares en esos angustiosos momentos.

¿Cómo les explica la opción de la donación?

No hay fórmulas mágicas. A veces son los familiares quienes anticipan la propuesta de donación, y entonces todo se simplifica. De lo contrario, es necesario crear un espacio de reflexión. Escucho y explico que la donación es una poderosa oportunidad para reescribir el momento de la muerte y para transformar el dolor en esperanza.

¿Hay negativas rotundas que luego se transforman en un ‘sí’?

Por supuesto, pero también lo contrario. No forzamos las decisiones. Invitamos a los familiares a hablar y los acompañamos para hacerles comprender qué habría querido su ser querido, para distinguir a través de sus comportamientos, valores o señales que habría elegido. Si, por ejemplo, era una persona generosa y altruista. Los familiares ponen voz a su deseo. Ese ‘sí’ tiene algo de mágico.

de Carmen Vogani