
25 octubre 2024
La historia de los once mártires de Damasco debe leerse con dos categorías: la del testimonio como afirmación subjetiva y objetiva de la fe, y la de la demostración absoluta de amor a Cristo, como sugería san Pablo VI para la canonización de san Nicolás Tavelic y compañeros el 21 de junio de 1970.
Su historia no está marcada por la búsqueda de un heroísmo humano que no es más que una forma de narcisismo sublimado, por lo que el héroe cree que puede sobrevivir a la muerte gracias a la fama que le otorgarán las hazañas realizadas.
No hay nada de esto en la espiritualidad del martirio, sino simplemente el deseo de testimoniar la propia fe y de manifestar el propio amor hacia Jesucristo, como forma de respuesta existencial a lo que ...
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