
Durante muchos años, Yvonne Reungoat ha tenido la oportunidad de observar el mundo y la Iglesia desde una posición muy especial y única: la de Superiora general del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, las Salesianas. Es cierto que han perdido algunas vocaciones, como casi todas las familias religiosas, pero todavía representan un número considerable en la vida religiosa femenina. Hoy son casi 11.000 y están presentes en 97 países de los 5 continentes. Ser superiora general de una institución de este tipo -además con el carisma de la educación, la formación y la misión - obliga a mirar al futuro con los pies en la tierra, porque, aunque solo sea desde el punto de vista de “los recursos humanos”, es como gobernar una empresa multinacional.
Y, por eso, “Strade di futuro” (“Caminos de futuro”, ed. Paulinas) es el título del volumen editado por sor Gianfranca Franceschin. Se trata de una obra monumental que recoge más de 150 circulares escritas por Yvonne Reungoat durante los doce años de su mandato como Superiora general de las Salesianas del 2008 al 2020, la novena del Instituto.
Esta mujer francesa nacida en 1945 en la pequeña ciudad de Plouénan, en Bretaña, celebró sus primeros votos a los veinte años y se licenció en Literatura, Historia y Geografía en Lyon. Con experiencia como profesora de lengua y literatura francesa, historia, geografía y ciencias sociales, y como misionera en África, la madre Yvonne aporta una gran experiencia y una visión profunda que se reflejan claramente en sus documentos.
El libro no solo cuenta la actividad de una guía espiritual inmersa en su tiempo, sino que también es una herramienta preciosa para las generaciones futuras de las Hijas de María Auxiliadora. Porque las 150 circulares no son solo documentos históricos, sino que también reflejan una visión dinámica y apasionada, útil para rejuvenecer el rostro de las Salesianas y de la Iglesia.
“Strade di futuro” explora temas importantes como la alegría de evangelizar, la fidelidad al plan de Don Bosco y de la madre María Mazzarello (la fundadora), la importancia de vivir la vida como testimonio de fe y misericordia o el problema de las vocaciones. Todo ello, como subrayaba en la presentación sor Chiara Cazzuola, actual Superiora general, con un lenguaje ligero y vivaz.
Como suele ocurrir, una historia que muchos considerarían como “pequeña historia”, es un gran juego de observación y entronca con “la gran historia”. Porque la (no) pequeña historia de esta religiosa, su participación como auditora en el Sínodo de los Obispos de 2023, su papel en las reuniones en el Vaticano sobre los abusos a menores en 2019 y sus nombramientos en el Dicasterio para la Vida Consagrada y en el Dicasterio para los Obispos, subrayan su influencia y su compromiso continuo con la Iglesia.
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