Érase una vez unas sirvientas, niñas de once y doce años que entraban al servicio y estaban disponibles durante todo el día (no había contratos, ni descansos remunerados, ni jornada laboral) para las familias ricas. A cambio, recibían un poco de comida y un salario bajo, muy bajo, que enviaban a sus familias. Vichi De Marchi en Chiamami Giulietta (Feltrinelli) habla de una de ellas. Su nombre es María, vive en un pueblo de la región del Véneto y un día su madre le dijo: “Ve y aprende el oficio de obedecer a tus jefes. Porque esto es lo que la mujer debe saber hacer. Obedecer. Siempre”.
María no era rebelde. Era obediente, pobre y modesta. Entendía las necesidades familiares. Y comprendió incluso a una madre tan dura, moldeada por la necesidad y la pobreza. Pero, aunque se sometió y obedeció, no tenía intención de renunciar a sí misma. Quería trabajar, pero no servir. Aceptó la dureza de su profesión, pero no aquello que la convertiría en alguien irreconocible para sí misma, porque quería ser feliz, aunque fuera un poco.
Realmente nunca quiso aprender el oficio de obedecer siempre, en cualquier caso y ante cualquiera. Por ello, tras una mala experiencia en una familia romana codiciosa y autoritaria, regresó a Milán y después a su pueblo. De nuevo en casa, se encontró más madura y más consciente. Así, cuando supo de sus amigos implicados en la Resistencia, decidió participar en ella, cambiar su nombre y convertirse en Giulietta.
“Es una novela - explica Vichi De Marchi - para adolescentes y preadolescentes inspirada en historias reales de niñas criadas que vivieron durante la Segunda Guerra Mundial en Italia. La historia está ambientada en Véneto, una región a la que vuelvo en mis libros porque es donde nací y donde nos hemos olvidado rápido de los años de pobreza”. “Me siento naturalmente atraída por las vidas femeninas que se rebelan y a las que me gusta dar voz, imaginando para ellas un camino que las aleja del destino que se les ha asignado. En parte, estoy inventando ese camino y en parte fue un camino que realmente existió”, añade.
La escritora, que ya ha narrado para los más jóvenes sobre temas difíciles e importantes como la emigración, las guerras, las armas nucleares, la ciencia, el terrorismo, habla de María con un toque ligero y delicado. Serio, pero no dramático. Chiamami Giulietta es un libro para los más jóvenes. Para quien no lo es ya, tiene el sabor agridulce de un pasado que aún es próximo. Para las mujeres, el de una emancipación que en Italia comenzó cuando María se convirtió en Giulietta.
de Ritanna Armeni