Del deporte un impulso para la fraternidad

El deporte como “oportunidad para un auténtico impulso de fraternidad”, del que “el mundo tiene tanta necesidad”.

Esto es lo que espera el Papa Francisco con vistas a los Juegos de las xxxiii Olimpiadas, previstos para el verano del próximo año 2024 en Francia.

En un mensaje —difundido el pasado martes 18 de abril— firmado por el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, el Pontífice se dirige a los católicos franceses, invitándoles a “una amplia movilización, para hacer de este acontecimiento” deportivo “una ocasión de encuentros profundos y fecundos entre personas de todos los horizontes, pertenecientes a pueblos, culturas y religiones diferentes”.

Del 26 de julio al 11 de agosto del próximo año, será una “alegría acoger al mundo entero” en París y en otros lugares, además de la capital, y una “responsabilidad para vosotros”, prosigue el mensaje papal, que exhorta a los católicos de Francia “a hacerse voluntarios, a abrir vuestras iglesias, vuestras escuelas y vuestras casas”.

Pero, señala, “sobre todo abrid vuestros corazones. Con la libertad y la generosidad de vuestra acogida y vuestra entrega, daréis un testimonio fuerte de Cristo que habita en vosotros y os comunica su alegría”.

Por último, el Papa Francisco, pide “no olvidar ayudar a incluir a las personas discapacitadas, pobres o marginadas en esta hermosa fiesta del deporte”; y, finalmente, imparte una bendición apostólica a los organizadores, a los voluntarios que responderán a su llamamiento y a todos los que participarán en los Juegos Olímpicos.