El carácter público eclesiástico de los bienes de la Sede Apostólica

En virtud de su “destino universal”, los bienes de la Santa Sede tienen una “naturaleza pública eclesiástica” y deben ser adquiridos y utilizados “en nombre y bajo la autoridad del Romano Pontífice, para la consecución de sus fines institucionales” y, por tanto, “para el bien común y al servicio de la Iglesia”. Así lo afirma el Papa Francisco en la carta apostólica en forma de motu proprio “Derecho Originario”, hecha pública el día 23 de febrero. El motu proprio “Derecho originario” del Papa Francisco reafirma un principio fundamental relativo a la naturaleza pública de los bienes de la Santa Sede y al papel de las instituciones curiales y entidades relacionadas, no como propietarios o poseedores, sino como sujetos públicos eclesiásticos. Un principio que ...