Guerras de religión
e Inquisición

La historiadora Gigliola Fragnito se ha ocupado mucho de la relación entre religión, cultura y poder en la Edad Moderna. En su último libro Il condottiero eretico - Gian Galeazzo Sanseverino prigioniero dell'Inquisizione (publicado por Il Mulino) relata una historia no muy conocida que tuvo lugar durante los años de las guerras de religión. Es la del conde de Caiazzo y de Colorno, que “durante más de veinte años al servicio de la monarquía francesa y militar del ejército real contra los hugonotes, fue detenido durante una breve parada en el feudo de Parma en diciembre de 1570, trasladado después a las prisiones romanas de la Inquisición y juzgado por supuesta adhesión al calvinismo”. Era el Pontificado de Pío V.

Fragnito se basa en el proceso conservado en los Archivos de la Congregación para la Doctrina de la Fe y en una abundante documentación en gran parte inédita. El comandante fue liberado el 19 de septiembre de 1571, cuando “después de haber besado los pies de Su Santidad, pudo salir de Roma para volver a servir a la monarquía francesa”.

Pasó menos de un año en prisión cuando el Santo Oficio tardaba en dictar sentencia. Fragnito subraya “el enfado furibundo de los reyes transmitido a Pío V”, y “el desencuentro entre el pontífice y la Congregación por las constantes excepciones a los decretos inquisitoriales a favor del reo, un prisionero al que el Papa habría autorizado incluso a acudir a las aguas termales de Abano o Acqui para curarse de las heridas sufridas en el campo de batalla… si los inquisidores no se hubieran opuesto”.