El discurso a los artistas del Concierto de Navidad en el Vaticano

Músicas y cantos de paz para sostener a Ucrania

 Músicas y cantos de paz para sostener a Ucrania   SPA-052
23 diciembre 2022

Publicamos el discurso que el Papa dirigió a los artistas del Concierto de Navidad en el Vaticano recibidos en audiencia la mañana del sábado 17 de diciembre, en la sala Clementina.

Queridos amigos, buenos días y bienvenidos, y muchas gracias por las felicitaciones que me habéis hecho, ¡gracias!

Os doy las gracias por haber elegido dedicar esta edición del Concierto de Navidad al tema de la paz. La paz es la síntesis de todas las cosas buenas que podemos desear y por eso vale la pena gastar lo mejor de nuestras energías materiales, intelectuales y espirituales.

La paz, lo sabemos, se construye día a día, es un deseo que acompaña y motiva nuestro vivir cotidiano. Pero lamentablemente, en este momento histórico, la paz es también una emergencia, como dice el eslogan que promueve el proyecto solidario asociado al Concierto. En Ucrania, los salesianos de “Misión Don Bosco”, están junto a las poblaciones, trabajan para la acogida de los refugiados y para la distribución de comida y medicinas. Con esta iniciativa les queremos sostener; pero todo nosotros, en cualquier rol, estamos llamados a ser artesanos de paz, a rezar y a trabajar por la paz.

La adhesión de tantos artistas a este proyecto testimonia la voluntad de participar a la solidaridad con los hermanos y hermanas que sufren por la guerra, y que la Navidad nos invita a sentirnos más cercanos. De hecho, el mensaje que la Palabra de Dios cada año nos dirige en el tiempo de Adviento no es un mensaje de resignación o de tristeza, sino un mensaje de esperanza y de alegría, un mensaje que se debe interiorizar y comunicar. Y en este “comunicar” entran en juego también la música y el canto. La liturgia y las tradiciones populares de la Navidad están llenas de música y de cantos. El mismo pasaje evangélicos nos habla del himno de los ángeles: «Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres en quienes él se complace» (Lc 2,14). Con vuestro canto, vosotros contribuís a difundir este mensaje de amor y de vida, llegando a tocar tantos corazones y ampliando el perímetro de la fraternidad. Es así que Dios obra en la historia humana, también en escenarios dolorosos y desoladores: con misericordia nos llama a todos nosotros, usa nuestros talentos y nuestros límites, y quiere salvar a la humanidad de hoy. ¡Como en Navidad, cada día!

Queridos amigos, vuestro talento es un don y es también una responsabilidad, de la que estar agradecido y ser consientes, mientras – como escribió a los artistas San Juan Pablo ii – «con apasionada entrega buscan nuevas epifanías de la belleza para ofrecerlas al mundo» (Carta a los artistas, 4 de abril de 1999). La música tranquiliza, dispone al diálogo, favorece el encuentro y la amistad. En este sentido es un camino abierto para la paz.

Os doy las gracias por haber venido. Mis mejores deseos a vosotros y a vuestros seres queridos. Os doy mi bendición de corazón y pido a Dios que os bendiga. Y por favor, no os olvidéis de rezar por mí. ¡Gracias!