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Reportaje
Andalucía, tierra de María Santísima

Devoción sin fronteras

 Devozione senza confini   DCM-011
03 diciembre 2022

Al sur de España la fe sigue brillando, aún en tiempos de fuerte secularización, y lo hace especialmente a través de la actividad de las hermandades, de los santuarios y de manifestaciones de religiosidad nacidas del pueblo sencillo. La influencia de las cofradías y las peregrinaciones son clave a la hora de extender y enraizar el amor a la Virgen en esta tierra, como explica Álvaro Román, director de la Cátedra de Mariología de la Facultad de San Isidoro de Sevilla. «Toda su geografía está vinculada a la veneración mariana. Además de grandes devociones compartidas desde hace siglos, como la Virgen del Carmen o la del Rosario, existen otras propias: la Divina Pastora, que nace en Sevilla en 1703 y se expande por toda España, Italia e Hispanoamérica; la Virgen de la Cabeza, en Andújar, El Rocío, en Huelva o la Esperanza Macarena, en Sevilla. A diferencia de otros lugares del mundo católico, esta devoción hace que la fe siga fuerte, viva y que mueva, además, numerosos proyectos sociales y evangelizadores», afirma. No es un mero pensamiento. «Es una expresión de la mediación de María. Los fieles no solo creen que la Virgen los acompaña, sino que lo experimentan. Un testimonio de ello son los exvotos, objetos que relatan miles de historias de intercesión de la Virgen ante los avatares de la vida: una enfermedad, una prueba, un nacimiento… De forma sencilla, humilde y popular, cuentan cómo personas diferentes han sentido que la Virgen los acompaña y ayuda», explica este profesor.

De gran significado, por la repercusión de las procesiones en Semana Santa, es la Esperanza Macarena. «Su devoción se remonta al siglo XVI, cuando nace en el Colegio de San Basilio de Sevilla», narra este sacerdote. «A partir de ahí comienza esa relación tan profunda de la devoción de la Esperanza con el barrio de la Macarena; tanto es así que, con el pasar de los siglos, llega a conocerse a la Virgen con el nombre del barrio, algo muy particular de esta devoción, como si Ella fuera una vecina más. En la segunda mitad del siglo XIX, con el Romanticismo, y principios del XX, se produce la eclosión devocional que la une indisolublemente a la ciudad y, ya después de la Guerra Civil, con la edificación de la Basílica y todo lo que conlleva la coronación popular y, después, la canónica en 1964, se consolida y se extiende incluso a otros países. A ella está vinculada todo lo popular no solo del barrio ni de Sevilla, sino de Andalucía: los toreros, la copla, las saetas... Ella representa nuestra cultura», concluye.

El actual hermano mayor es José Antonio Fernández, quien cuenta que «cada generación de “macarenos” ha dedicado lo mejor de su talento y de sus capacidades a aumentar la devoción a la Santísima Virgen de la Esperanza Macarena hasta llegar a la maravillosa realidad que vivimos actualmente, con más de 16.500 hermanos y cientos de miles de devotos de la Virgen en los cinco continentes. Esta realidad nos permite seguir siendo una hermandad popular y de barrio, pero con una proyección universal que nos brinda la posibilidad de dar testimonio de nuestra fe en los lugares más recónditos del planeta. Además, a la Basílica acuden cientos de miles de personas que vienen a buscar a la Virgen de la Esperanza, convirtiendo el templo en un centro de peregrinación mariana universal». La vida de la hermandad proyecta una actividad litúrgica que, además de los cultos (el más destacado, la procesión en la madrugada del Viernes Santo), incluye la celebración de tres misas diarias en la Basílica; un plan integral de formación presencial y de e-learning para todos los hermanos y una acción social que desarrolla 25 programas asistenciales, atiende cerca de 3.800 expedientes anuales y ha destinado a caridad más de 2,75 millones de euros en los últimos 6 años. Como apunta Fernández, «la Hermandad de la Macarena tiene una vida intensa cuyo corazón es la Virgen de la Esperanza y la devoción que provoca en cientos de miles de personas. Gracias a este maravilloso “motor”, esta hermandad puede cumplir sus fines esenciales: dar culto a Dios y a la Virgen María, evangelizar y testimoniar nuestra fe en la sociedad del siglo XXI». 

Además de las devociones ligadas a la Pasión de Cristo, en Andalucía es importantísima la veneración a María a través de advocaciones de Gloria. Universalmente conocida es la Virgen del Rocío, en Almonte, Huelva. Sus orígenes se remontan a finales del siglo XIII, cuando el rey Alfonso X El Sabio, en plena reconquista cristiana, mandó construir una ermita y colocar en ella una imagen de la Virgen que tomó, al principio, el nombre del lugar: Santa María de las Rocinas. Santiago Padilla, presidente de la hermandad matriz, explica que, en la actualidad, El Rocío se ha consolidado como una gran devoción internacional. «La Virgen del Rocío es el cauce por el que muchas personas se encuentran con Cristo, viven su fe y trabajan por los hermanos en sus parroquias y comunidades de origen; y lo hacen con alegría y con espíritu de fraternidad. Es una gran manifestación popular de devoción a la Virgen y al Divino Pastorcillo del Rocío». Algunos de los hitos históricos que recuerda Padilla fueron el establecimiento de un culto permanente mediante la fundación de una Capellanía a finales del siglo XVI, la coronación canónica en 1919 o la visita del papa san Juan Pablo II en 1993. Las hermandades filiales superan ya las 120 y en el año 2000 se fundó una hermandad del Rocío en Bruselas, en pleno corazón de Europa. Su romería constituye una de las expresiones de religiosidad popular más importantes de todo el orbe cristiano y congrega, por Pentecostés, a más de un millón de personas en torno a la Blanca Paloma, título con el que también se invoca a la Virgen del Rocío. Entre ellas, muchas historias de intercesión, como la vivida por el pedagogo onubense Manuel Siurot Rodríguez (1872-1940). «Siurot, figura de relevancia internacional cuya causa de beatificación acaba de reabrirse en la diócesis de Huelva, encomendó a la Virgen la curación de su única hija, Antonia, de una grave enfermedad, y esta salvó milagrosamente su vida», cuenta Padilla.

Especialísima atención merece también la Virgen de la Cabeza de Andújar (Jaén). La tradición cuenta que esta pequeña talla de madera fue descubierta en 1227 por un pastor en Sierra Morena. Por su testimonio, se levantó una ermita para custodiar la imagen medieval, que recibió, a lo largo de los siglos, la visita de los jienenses. «De abuelos a nietos, generación tras generación, han caminado hasta el punto más alto de Sierra Morena para encontrarse con María, venerarla y pedir su intercesión ante su Hijo», cuenta Lola Ocaña, delegada de Medios de la Diócesis. «La Virgen de la Cabeza celebra dos grandes fiestas a lo largo del año. La que rememora su encuentro con el pastor Juan de Rivas, denominada “la noche de la Aparición”, y su romería, considerada la más antigua de España y que Cervantes menciona en su obra “Los Trabajos de Persiles y Segismunda”. Reúne a miles de romeros el último fin de semana de abril para subir a venerar a la Santísima Virgen. En ella se vive algo que toca el corazón: las “calzadas”, los últimos tramos empedrados y empinados que llevan hasta la Virgen y que muchos suben de rodillas, descalzos o con niños en los brazos, en agradecimiento o petición de causas imposibles», añade. La imagen original fue escondida durante la Guerra Civil española, pero nunca más pudo ser encontrada y, al concluir la contienda, se hizo una nueva. El Santuario, custodiado por los trinitarios, es lugar de peregrinación, guarda y custodia de María Santísima de la Cabeza, Rosa de Oro de la Santa Sede desde 2009. Ese fue el último año que salió del Santuario de Sierra Morena, como medida de gracia por esa concesión pontificia, algo que ha vuelto a repetirse en 2022.

Tres formas de venerar a la Virgen. Tres ejemplos de que, tanto desde el punto de vista sociológico, cultural y de la espiritualidad, Andalucía no se entiende sin la devoción a María y sigue fiel al modelo de su Madre en la Fe.

de Ana Medina
Periodista de la diócesis de Málaga, escritora y poeta