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La teología ecofeminista de Rosemary Radford Ruether

03 septiembre 2022

Teóloga, católica, feminista y ecofeminista. Cuando Rosemary Radford Ruether, una estadounidense de Minnesota falleció el 21 de mayo a la edad de 85 años, se recordó su compromiso convencido, casi obstinado, como académica-activista. Figura destacada entre las grandes teólogas progresistas de la segunda mitad del siglo XX junto a Mary Daly y Elisabeth Schüssler Fiorenza.

 Una mujer, y pionera, que dedicó su vida al encuentro entre la teología y la lucha contra cualquier forma de subordinación de los pueblos, de las minorías, de las mujeres y de la naturaleza. Y lo hizo escribiendo, enseñando y construyendo redes de relaciones en las universidades y en el ámbito social, colaborando con hombres y mujeres de diferentes religiones y trabajando para permitir estudiar con becas a mujeres de distintos países del mundo promoviendo, sobre todo, la reflexión de las teólogas feministas de los países en desarrollo.

Su historia es ejemplar.

Tras graduarse en 1960 en Historia Antigua en la Claremont Graduate School, obtuvo su doctorado en estudios clásicos y patrísticos en 1965 con una tesis sobre Gregorio de Nazianzo. Comenzó una carrera académica que en los últimos años la llevó a la Graduate Theological Union of Berkeley, donde enseñó teología feminista hasta 2005.

Gracias al estudio de la Historia y la experiencia adquirida después de 1965 (en el verano de ese mismo año trabajó por los derechos civiles en Mississippi y en la década siguiente enseñó en la Black Howard University School of Religion di Washington) Radford Ruether elaboró, a partir de la necesidad de reparar los horrores del pasado, una re-comprensión del vínculo de sororidad y fraternidad con todo lo que se define como “el otro” para liberarlo. Las mujeres cargan sobre sí mismas y sobre su historia la experiencia de la alienación y el sometimiento de una lógica patriarcal que por todos los medios ha hecho imprescindible este sistema; emanciparse de esta lógica significa liberarse de uno mismo y, sobre todo, de cara a una teología ecofeminista, trabajando por la construcción de relaciones basadas en la cooperación y la reciprocidad entre los seres humanos y entre ellos con la naturaleza.

“Mi catolicismo es el ala progresista y feminista de la teología de la liberación del catolicismo”, escribió.

Su deseo es que la teología no sea solo un compromiso intelectual sino también un apoyo práctico para las comunidades cristianas y no solo cristianas, proporcionando herramientas heurísticas, -o modelos para comprender la realidad-, y herramientas metodológicas para construir un mundo en que se alcance la igualdad y la justicia para todos y para todas.

En sus 47 libros publicados y alrededor de 600 artículos trata temas como la iglesia primitiva, el antisemitismo, el conflicto palestino-israelí, la historia de los Estados Unidos o la crisis ambiental con el hilo conductor de la contribución teológica de las mujeres vista a través de los ojos de una teóloga feminista. Para comprender su obra hay dos libros fundamentales: Sexism and God-Talk: Towards a Feminist Theology de 1983; y Gaia and Good - An Ecofeminist Theology of Earth Healing, de 1992.

de Maria Bianco
Teóloga, Centro Hurtado - Universidad Gregoriana