El libro «Diálogos Fraternos», coordinado, ideado y realizado por la Secretaría de Culto del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de la Nación Argentina, es algo más que un libro sobre el pensamiento profundo del Papa Francisco. Se trata de una obra literaria, impulsada por el gobierno argentino, en una edición bilingüe y que cuenta con el prólogo del Papa argentino. La tapa del mismo contiene una fina ilustración del artista argentino Alejando Marmo. Al decir de los editores, el mismo intenta transmitir un mensaje de esperanza y paz motivado por las ideas del Papa Francisco plasmadas en su Carta Encíclica Fratelli tutti. Los mentores de la obra literaria dejan expresada su gratitud y reconocimiento a los autores que forman parte de esta publicación por su valioso aporte para seguir reflexionando desde sus perspectivas sobre la fraternidad humana.
Entre los dieciséis escritores destacados se encuentra Abdelnaby Elhefnawy Sheij del Centro Islámico de la República Argentina quien dejó expresado que «nuestro deber de creyentes es tender puentes de comunicación y erradicar malentendidos mediante un sincero diálogo y una convivencia activa. No habrá paz en el mundo sin paz entre las religiones. Y la mejor forma de establecer la paz es por medio de la comprensión, la solidaridad y la fraternidad». También dejó su aporte argentino y Premio Nobel de la Paz 1980, Adolfo Pérez Esquivel, quien resaltó que «a pesar de los males que sufre el planeta, existe la capacidad y la esperanza de encontrar caminos para construir un mundo más justo y fraterno, la espiritualidad y unidad en la diversidad de las religiones que buscan el encuentro en el diálogo». Por su parte, Ayram Noam Chomsky escribió sobre este particular que «para cada una de las crisis a las que nos enfrentamos existen soluciones. Soluciones que son factibles, cuidadosamente elaboradas, que ofrecen la promesa de un mundo mucho mejor. No cabe ninguna duda de que la inteligencia humana puede idear métodos eficaces para desarrollar una mejor política que sirva al bien común y fomente los ideales que reciben una expresión elocuente en la encíclica papal». Es, sin dudas, relevante la perspectiva de monseñor Oscar Ojea, Obispo presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, quien en sus primeras observaciones afirmó que «la encíclica Fratelli tutti nos propone una fraternidad universal abierta a todos para emprender un diálogo social que haga posible el entendimiento de los seres humanos para construir en un proyecto común una convivencia armónica que incluya todas las diferencias y diversidades: religiosas, culturales y sociales». Entre los firmantes también se encuentran representantes religiosos y de la cultura como Aram i , Béchara Boutros Raï, Leonardo Boff, Jacelyne Cesari, Miguel Ángel Morantinos Cuyabubé, Leymah Roberta Gbowee, Azza Karam, Fortuanto Mallinacci, Giovanni Traettino, María Noel Vaeza, Yiszhak Yosef y Latifa Ibin Ziaten.
Como se dijo, el hecho que un libro tan enriquecedor contenga el prólogo del Papa Francisco, resulta muy significativo. El Papa Bergoglio escribió estas palabras: «Un llamado a caminar juntos –a reflexionar, sentir, trabajar, tomar la palabra, encontrar nuestro sentido de pertenencia y la posibilidad de transformación– es lo que hallaremos en las siguientes páginas capaces de recoger y dar voz a la experiencia de los interlocutores y de sus pueblos. Valorar el ejemplo y la experiencia de quienes dedican su tiempo a servir a los demás nos permite animarnos a repensar nuestro modo de vida, nuestras relaciones, la organización de nuestras sociedades y, sobre todo, el sentido de nuestra existencia. Pero sobre todo nos posibilita redescubrir la importancia de sentirnos convocados a formar parte de estos diálogos de amistad social; porque la pandemia también nos recordó que nos necesitamos, que nadie se salva solo. En el diálogo con el otro, sea cual sea su procedencia, podremos abrir ventanas, recuperar horizontes y encontrar creativamente la mejor forma de vivir juntos.
Vivirá feliz quien ame “a su hermano tanto cuando está lejos él como cuando está junto a él”, escribía san Francisco de Asís. Con este espíritu los invito a entrar en diálogo con estos Diálogos fraternos y a no tener miedo de caminar juntos aprendiendo y valorando, inclusive, nuestras diferencias. Es mi deseo que este encuentro nos permita soñar juntos con la amistad social, con la dignidad de nuestros pueblos y con un mundo sin descarte en el que no falten ni la tierra, ni el techo, ni el pan ni el trabajo, y en el que la esperanza nos impulse a trabajar hacia un horizonte mejor.
Trabajar por un mundo en el cual la fraternidad se exprese no solo con palabras llenas de sentido y de valor, sino también y sobre todo en un modo de tejer y forjar historia. Los invito a dejar que estos diálogos fraternos hagan eco en nuestra imaginación con tanta fuerza que nos impulsen a querer transformarlos en acción. Comencemos a dialogar…».
Este libro, según comenta el Embajador Guillermo Oliveri, secretario de Cultos de la Nación, ha surgido ante la veracidad y vigencia del mensaje del Papa Francisco ya que nos ha interpelado desde lo más profundo al invitarnos a redescubrir el valor de la fraternidad en un mundo en el que la pandemia ha evidenciado y agravado las desigualdades económicas y sanitarias entre países pobres y países ricos.
Este texto será presentado esta semana en un evento que tendrá lugar en el Salón Libertador del Palacio San Martín. El mismo contará con exposiciones del Sr. Secretario de Culto de la Nación y el Ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto y la nutrida presencia de representantes de los diversos cultos del país y referentes de la vida cultural argentina.
Marcelo Figueroa