Huida sin fin

Una larga fila de cochecitos se alineaba a lo largo de los andenes de la estación de tren para recibir a los niños ucranianos que han escapado de la guerra: así es como las mujeres polacas deciden ayudar a las madres que han huido de Kiev y otras ciudades con sus hijos. En las prisas por ponerse a salvo, muchas mujeres no tienen la posibilidad de llevar consigo los artículos necesarios para sus hijos. Así que se les ocurrió la idea de los cochecitos para que sus bebés recién nacidos pudieran descansar con seguridad. Pero además de la huida desesperada de las mujeres, está la huida de los enfermos de los hospitales ucranianos: muchos de ellos siguen con una aguja clavada en el brazo o llevan días sin medicamentos que les salven la vida. La máquina de ...