Un padre que recoge del suelo el cuerpo del hijo, una suerte de Piedad que no es solo la transposición del episodio litúrgico, sino “una reelaboración moderna de un momento de recogimiento y dolor, en el que la humanidad se ha identificado durante siglos”. La obra del escultor Jago, fotografiada por Stefania Casellato para Mujeres, Iglesia, Mundo, se exhibe hasta el 28 de febrero de 2022 en la Capilla del Crucifijo de la Basílica de Santa María en Montesanto, la Iglesia de los Artistas, en Roma. La instalación forma parte del proyecto “Una puerta al infinito, el hombre y el Absoluto en el arte”, dentro del ciclo de Arte y Liturgia promovido por el rector de la basílica, monseñor Walter Insero. Está comisariada por el historiador del arte y director de proyectos Tommaso Zijno y organizada junto con los socios Studio Arte 15 de Simona Cresci y Federica Romano, FERCAM Fine Art con Chiara Prisco y Daria Licata, y P.L. Ferrari & Co, con Massimo Maggio y Anna Maria Amato. Jacopo “Jago” Cardillo, de 34 años, de Frosinone, trabajó durante 16 meses en el estudio de Sant'Aspreno ai Crociferi, en Nápoles. El dolor de este padre no se sublima en la contemplación “porque me interesaba hacer un estudio real de la expresión para poder contar una emoción a través de la deformación del rostro, en lugar de idealizarla”. (DCM)
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04 diciembre 2021