El vídeo de la Red mundial de oración del Papa para el mes de noviembre se abre con el sonido de la alarma de un despertador electrónico. La intención elegida por Francisco es: «Recemos para que las personas, que sufren de depresión o agotamiento extremo, reciban apoyo de todos y una luz que les abra a la vida».
Es una melodía que sigue molestando y que inaugura el día de intenso trabajo de una persona anónima, sin rostro.
Una de las muchas, como los que aparecen en la calle de una ciudad llena de gente que camina rápido. Se perciben la prisa, el estrés, la gran cantidad de compromisos a los que hacer frente, confirmados por el tráfico caótico de vehículos que corren a toda velocidad.
Tanto como para hacer exclamar al Papa Francisco: «La sobrecarga de trabajo, el estrés laboral hace que muchas personas experimenten un agotamiento extremo, un agotamiento mental, emocional, afectivo y físico».
Y así «la tristeza, la apatía, el cansancio espiritual terminan por dominar la vida de las personas que se ven desbordadas por el ritmo de la vida actual».
Se ve después en el vídeo a un hombre con la cabeza reclinada hacia adelante, inmerso en sus pensamientos y envuelto en la sombra.
El Pontífice prosigue su discurso y añade: «Procuremos estar cerca de los que están agotados, de los que están desesperados, sin esperanza, muchas veces escuchando simplemente en silencio porque no podemos ir a decirle a una persona: ‘No, la vida no es así. Escúchame, yo te doy la receta’. No hay receta».
El rostro del hombre que antes no se distinguía empieza a iluminarse en este momento, porque ha encontrado la fuerza de hablar con alguien y dirigirse a un médico.
De aquí, las palabras del Papa: «Y además, no olvidemos que, junto al imprescindible acompañamiento psicológico, útil y eficaz, las palabras de Jesús también les ayudan. Me viene a la mente y al corazón: ‘Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso’».
«Nuestras sociedades, su ritmo de vida, sus tecnologías cada vez más veloces —comenta al respecto el jesuita Frédéric Fornos, director internacional de la Red—, favorecen la depresión y el síndrome de agotamiento y estrés llamado ‘burnout’.
La pandemia ha agravado el sufrimiento de muchos. Francisco nos pide rezar y estar cerca de los que sufren agotamiento extremo, mental, emocional y físico.
Un acompañamiento psicológico es necesario, sin embargo, nos recuerda que las palabras de Jesús también ayudan, ofrecen consuelo y cuidado».
Difundido a través de la página web www.thepopevideo.org, el vídeo, traducido en 23 lenguas, ha sido creado y producido por la Red mundial de oración del Papa en colaboración con la agencia La Machi y el Dicasterio para la comunicación.