La verdadera Europa es la de la solidaridad

Solidaridad europea y cooperación internacional, migración y cambio demográfico. Estos son algunos de los temas que abordó el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado, en su intervención en el Foro Estratégico “El futuro de Europa”, organizado en Bled (Eslovenia).

“El actual debilitamiento de la confianza en el derecho internacional y en las organizaciones internacionales”, explicó el cardenal, “es tristemente innegable y no está exento de consecuencias para el propio proyecto europeo. Puede afectar, en particular, al sentimiento de pertenencia a Europa, que se basa en la adhesión a sus valores fundamentales, como el respeto a la dignidad de la persona humana, un profundo sentido de la justicia, la libertad, la laboriosidad, el espíritu de iniciativa, el amor a la familia, el respeto a la vida, la tolerancia, el deseo de cooperación y la paz”. Una época de cambios rápidos como la nuestra “puede traer consigo una pérdida de identidad, especialmente cuando faltan valores compartidos”. Parolin subrayó que Europa “no debe olvidar sus raíces cristianas y la necesaria contribución de las Iglesias. Allí donde intentamos reflexionar sobre el futuro de Europa y redescubrir la identidad europea, sigue siendo fundamental fomentar y apoyar un diálogo abierto, transparente y regular con los representantes de las Iglesias y las asociaciones o comunidades religiosas, que contribuyen a configurar los valores europeos”.

Esto significa que Europa debe redescubrir el valor de la acogida: "La solidaridad europea está en el corazón del proyecto europeo". Además, "la cooperación no debe limitarse a las fronteras europeas. Como ha demostrado la pandemia del covid-19, todos estamos en el mismo barco, frágiles y desorientados, tanto en Europa como en relación con el resto del mundo".

Es necesario un esfuerzo global en materia de migración. “En el contexto actual, las soluciones parciales son inadecuadas”, dijo Parolin. “Se necesitan comunidades solidarias que ayuden a los inmigrantes y les permitan aprender a respetar y asimilar la cultura y las tradiciones de las naciones que los acogen. En esta línea, los líderes europeos deberían promover activamente políticas que acojan, protejan e integren a los inmigrantes, refugiados y solicitantes de asilo”.

La delicada cuestión de los inmigrantes está también relacionada con otros dos aspectos importantes mencionados por Parolin en su discurso. El primero es el cambio demográfico y la ayuda a las familias. “En varios países europeos se necesitan políticas familiares amplias y con visión de futuro, para dar a los jóvenes un trabajo suficientemente estable y seguridad para sus hogares, y para crear las condiciones necesarias para el crecimiento de las familias, algo precioso para el futuro del continente europeo”, dijo la secretaria de Estado.

El segundo tema es la necesidad de construir una autonomía estratégica para la UE. Esto significa dos cosas. En primer lugar, “los países europeos deberían verse como socios, y no como competidores, o como colonizadores”. La segunda: “La autonomía estratégica debe permanecer abierta a una cooperación más amplia con otras naciones”.