El cardenal Ayuso Guixot en Burgos

El diálogo necesidad vital

 Il dialogo  necessità vitale  QUO-135
17 junio 2021

Construir la vida como una catedral: abierta, acogedora, inclusiva, capaz de ofrecer un refugio para todos. Es la invitación dirigida por el cardenal Miguel Ángel Ayuso Guixot, presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, inaugurando el miércoles por la tarde 16 de junio, el “Foro de la concordia” en Burgos. La iniciativa se enmarca entre las celebraciones por el VIII centenario de la fundación de la catedral de la ciudad española. El foro ha sido promovido por la facultad de teología del norte de España y del cabildo de la catedral de Burgos. Hablar de las religiones y de su contribución a la paz y a la armonía, explicó el purpurado, es un tema actual, porque en estos tiempos en los que «la concordia, la paz y la fraternidad están amenazados en muchos frentes, cualquier contribución que pueda preservarlas debería ser bienvenida». Al respecto, observó, el diálogo interreligioso no puede ser entendido como un camino de concordia si no es parte del largo recorrido de las relaciones interreligiosas de la Iglesia católica. Esto, dijo, ha encontrado expresión oficial en el concilio Vaticano II, comprendido en el discurso de apertura del 11 de octubre de 1962, cuando Juan XXIII «invitó a promover la unidad en la familia cristiana y humana: la unidad de los católicos, la unidad con los cristianos que no están todavía en plena comunión» y, finalmente, la unidad por parte de aquellos que profesan otras religiones. En los próximos años, prosiguió Ayuso, no obstante las dificultades, la Iglesia y el mundo se comprometerán mayormente a responder al gran desafío del diálogo interreligioso.

De aquí la convicción de que las diferentes religiones, cada una con su propio bagaje religioso y humano, puedan contribuir a la instauración de la paz, que «es un bien indispensable para todos y el deseo de todo ser humano». El diálogo, subrayó el cardenal, se realiza con personas concretas que se encuentran en la vida cotidiana, en ambientes comunes, y que a menudo comparten muchos momentos de su vida. La Iglesia católica, explicó, «es consciente del valor de la promoción de la amistad y del respeto» entre las personas de diferentes tradiciones religiosas. Se comprende su importancia, aseveró el purpurado, tanto porque el mundo se ha convertido de alguna manera en más pequeño o porque el fenómeno de la migración está aumentado los contactos entre las personas y las comunidades.

Por otro lado, añadió, el compromiso de la Iglesia católica en el diálogo, que abre los «caminos de la paz y de la armonía forma parte de su misión original y tiene sus raíces en el evento conciliar», al cual los Pontífices han hecho referencia también en su magisterio. El tema del diálogo interreligioso subrayó el cardenal, hoy no es «algo opcional, sino una necesidad vital, de la que depende en gran parte nuestro futuro». También el Papa Francesco, recordó Ayuso Guixot, ha dado importancia a las relaciones entre los miembros de las diferentes religiones, subrayando «la importancia de la amistad, del respeto y de la fraternidad» y comparó el diálogo con el hacerse compañeros de viaje de todo ser humano, en el camino hacia la verdad. El diálogo, indicó, no puede desarrollarse en la ambigüedad. Se debe prestar atención al otro: «Quien reza y piensa diferente a mí no es un enemigo».