Presentes en cada página

«No estamos hechos para correr en continuación, poseemos una vida interior que no puede ser siempre pisoteada»: para hablar de meditación el Papa Francisco hizo referencia al «estrés cotidiano» y al «el vacío que se esparce por todos lados», sobre todo «en el voraz mundo occidental». Prosiguiendo las catequesis sobre la oración en la audiencia general del miércoles – todavía sin la presencia de fieles a causa del Covid-19 – el Pontífice se detuvo en el tema siempre actual de la práctica meditativa, difundida en «todas las religiones del mundo» y «también personas que no tienen una visión religiosa de la vida», para explicar que en el cristianismo para ser auténtica debe ser guiada por el Espíritu Santo y conducir a Jesús, porque – y esta es la consoladora certeza sugerida - «no hay página del Evangelio en la que no haya lugar para nosotros». Por tanto — aclaró — si «meditar es una dimensión humana necesaria», en el contesto cristiano «es una dimensión que no debe ser cancelada». Y también cuando una experiencia meditativa «dona la paz interior, o el dominio de nosotros mismos, o la lucidez sobre el camino que emprender», se trata solo de «efectos colaterales de la gracia de la oración cristiana que es el encuentro con Jesús». De aquí la exhortación conclusiva: «Tomamos el Evangelio, hacemos la meditación de esos misterios» en los que se habla de la vita de Cristo, porque «el Espíritu nos guía para estar presentes ahí».