Fraternidad y esperanza
«Fraternidad y esperanza son como medicinas que hoy el mundo necesita». Lo dijo el Papa dirigiéndose a los miembros del Cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede, recibidos en audiencia el lunes por la mañana 8 de febrero, en el Aula de las Bendiciones. Estos son los puntos clave de su discurso.
• Viajes apostólicos - Deseo reanudar en breve los viajes apostólicos, comenzando por el de Irak.
• Crisis sanitaria - La pandemia nos recuerda también el derecho al cuidado, que es prerrogativa de todo ser humano.
• Vacunas- Exhorto a asegurar la distribución equitativa, no según criterios puramente económicos, sino teniendo en cuenta las necesidades de todos.
• Cambio climático- Espero que la próxima COP26 permita llegar a un acuerdo efectivo para afrontar las consecuencias.
• Economía - Se necesita es una especie de “nueva revolución copernicana” que ponga la economía al servicio del hombre y no al revés.
• Deuda- Que la coyuntura que estamos atravesando sea un estímulo para condonar, o por lo menos reducir, la deuda de los países más pobres.
• Migrantes – Es urgente que se renueve el compromiso por su protección, como también por la de los desplazados internos y de todas las personas vulnerables obligadas a huir.
• Democracia – Requiere un camino de diálogo inclusivo, pacífico, constructivo y respetuoso.
• Desarme – ¡Demasiadas armas hay en el mundo! La justicia, la recta razón y el sentido de la dignidad humana exigen urgentemente que cese ya la carrera de armamentos.
• Educación – Asistimos a una especie de “catástrofe educativa”, ante la que no podemos permanecer inertes.
• Libertad religiosa - Es el primer y fundamental derecho humano.