Sin coartadas, sin atajos. Cualquiera que conozca a Alessandra Smerilli, religiosa salesiana de las Hijas de María Auxiliadora, que durante años compagina su misión educativa con sus estudios en el campo económico, sabe bien que ciertas soluciones no le pertenecen. Por eso, su último libro “Mujer economía - De la crisis a una nueva temporada de esperanza” (San Paolo) es un texto que sobre todo desafía a las mujeres, llamándolas a la responsabilidad de un compromiso que ya no se puede postergar.
Y el desafío es doble. Reconocer, más allá de la retórica de la igualdad de género, que hay un femenino específico en la forma de mirar la realidad y habitar las relaciones; aceptar estar en el mundo económico y financiero con la propia feminidad, renunciando al atajo de una apropiación del modelo masculino que abre aún más fácilmente las puertas a los puestos de alta dirección en la actualidad. Es la entrada de la mirada y las habilidades femeninas al mundo de la economía, esta es la tesis básica del libro, es el paso fundamental para que la crisis que estamos viviendo se transforme en una oportunidad concreta de cambio. Por eso sor Alessandra Smerilli afronta en el libro las cuestiones más urgentes planteadas por la economía de la globalización y los temas en el centro de las reflexiones de economistas y sociólogos, dejando que emerja - también a través de las profundizaciones dedicadas a mujeres comprometidas en el campo, que enriquecen las páginas del ensayo - la unión con lo específico femenino y con sus potencialidades de innovación y generatividad. Las dificultades y las oportunidades de un paso de una economía de la competición a una economía de la cooperación; el desarrollo de nuevos sistemas de medición del bienestar y de la felicidad; las consecuencias del aumento de las desigualdades, son temas, solo por dar algunos ejemplos, sobre los cuales el universo femenino puede ofrecer, para sensibilizar la experiencia cotidiana, miradas y habilidades diferentes del masculino.
Así como es evidente que en el gran tema del valor de los bienes relacionales o sobre el del cuidado del planeta, las mujeres ya han desplegado sensibilidad y energías que han mostrado el evidente atraso de una economía y de una política marcadamente masculinas. Por tanto, no será posible imaginar un futuro diferente si hombres y mujeres no comienzan a mirar el mundo juntos. Y sólo esta mirada común, es el deseo de sor Alessandra Smerilli, nos permitirá “reconciliar la economía con sus raíces: oikos-nomos, gestión y cuidado de la casa, la propia y la de todas”.
de Dario Quarta
Autor de ¡Bendita economía! /Tv2000