Lella Costa: “De Edith Stein lecciones de dignidad”

¿Qué nos dejó Edith Stein? “El arrepentimiento de perderla demasiado pronto: hoy necesitaríamos su pensamiento profundo para comprender el presente y sobre todo los tiempos que nos esperan”, responde Lella Costa, actriz, escritora, feminista, activista de derechos civiles: a la parábola humana y religiosa de Santa Teresa Benedicta de la Cruz, nacida Edith Stein, ha dedicado en 2019 el libro Qué podemos hacer - La libertad de Edith Stein y el espíritu de Europa (Solferino), presentado así las partes más destacadas.

¿Qué sabía de este extraordinario personaje antes de escribir el libro?

“Muy poco, aparte de la inmensa dignidad de Edith, la valentía y la atroz paradoja de su final: nacida judía, criada como atea y luego convertida al catolicismo, fue masacrada en Auschwitz-Birkenau. Su martirio resume los estragos de cualquier violencia y discriminación ”.

¿Usted es creyente?

“No, y mi no serlo es una forma de total apertura: no juzgo, amo compartir el camino con personas dotadas de profundas convicciones religiosas que no me consideran por eso como una extraña. Haberme propuesto escribir este libro ha representado casi una apuesta, la búsqueda de un punto de vista diferente”.

En su opinión, ¿qué representó Edith Stein-Santa Teresa Benedicta de la Cruz en nuestra historia?

“La excelencia del pensamiento femenino: poseía una inteligencia ilimitada, rigor, capacidad de profundización y supo empatizar incluso con el lenguaje filosófico más elevado y difícil. Su vida demuestra el sinsentido de la discriminación de género: hace un siglo la negativa a admitirla en la actividad académica era presagio del oscurantismo de tiempos sucesivos”.

¿Cuál es el mensaje que puede transmitir a las mujeres de hoy?

“La necesidad de defender la dignidad de la mujer, el deber de comprometerse, la piedad hacia los demás. Si bien reconocía a las mujeres la identidad de esposas y madres, Edith tenía en el corazón las batallas por el reconocimiento de la aportación femenina a la sociedad y por eso la compararon con sufragistas y feministas”.

¿Y qué puede ofrecer a la Europa de la que es patrona?

“Una lección extraordinaria de tolerancia, diálogo, inclusión. Edith fue un puente entre dos religiones y dos culturas: nacida prusiana, vio su tierra convertirse en polaca. Su muerte como mártir es una amonestación para que ciertos horrores no se repitan. Si todo el cuerpo académico de Gottinga no se hubiera opuesto a su carrera universitaria, en cuanto mujer, apoyando sin embargo a Martin Heidegger como heredero de la cátedra del filósofo Edmud Husserl, quizá la historia hubiera tenido un curso diferente”.

de Gloria Satta