El deporte como motor solidario para volver a comenzar juntos. Palabras de Papa Francisco. Y que no sea solo una bonita metáfora sino un muy concreto estilo de vida lo están testimoniando los muchos atletas de todo el mundo protagonistas de We Run Together (www.charitystars.com/WeRunTogether), la subasta, sostenida por el Papa —también regalando algunos objetos— para el personal de los hospitales de Bérgamo y Brescia, en primera línea para ayudar a los enfermos.
«En el deporte se ven muchos “milagros” de mujeres y hombres que se vuelven a levantar después de las caídas, y esta es una actitud decisiva para la vida de cada uno de nosotros». Va directa a lo esencial la saltadora croata Blanka Vlašić, cuatro títulos mundiales y una multitud de medallas que la ponen en la cabeza de las clasificaciones de todos los tiempos. En un video-testimonio exclusivo para los medios vaticanos, Vlašić relanza su estilo deportivo que la ve protagonista también en muchas iniciativas con su archidiócesis de Spalato-Makarska.
Y, con este espíritu, Vlašić ha donado la camiseta, firmada, de su selección nacional (y sus históricas zapatillas de salto que, explica, «comparto porque son un símbolo de los sacrificios para tener éxito en la vida») que usó para subir al podio en las Olimpiadas de Río de Janeiro en 2016. Se supone que en ese encuentro la campeona no debía estar por una de sus muchas lesiones. Pero hizo todo lo posible para bajar a la pista, incluso terminó ganando la medalla. «También con el deporte se testimonia la fe y la belleza de la creación», dice la saltadora croata.
El atletismo —«el rey del deporte» — es el protagonista del sexto lote de la subasta We Run Together que la Athletica Vaticana está llevando adelante con las Llamas Amarillas, el Atrio de los Gentiles y Fidal Lazio, siguiendo las indicaciones del Papa Francisco: recoger fondos para el personal de los dos hospitales lombardos pero también testimoniar el rostro solidario de un deporte que sea realmente inclusivo, para todos.
Hasta el 24 de julio, con Blanka Vlašić —después tocará a un nuevo grupo de atletas— hay otras cinco mujeres con preciosas historias que contar. En primer lugar está la keniata Mary Keitany, cuatro veces primera en la maratón de Nueva York (regala la camiseta del equipo nacional africano, firmadA, y precisamente el prestigioso pectoral de Nueva York) y tres veces primera en la de Londres. Hace un año vino a Roma para participar en la misa celebrada por el Papa Francisco en la capilla de la Casa Santa Marta. Y en su Iten, en Kenia, también ha construido edificios de una parroquia, trabajando ella misma con su marido y dos hijos.
Luego están los dos saltadores de pértiga más fuertes del mundo. La griega Katerina Stefanidi y la estadounidense Sandi Morris son muy amigas entre ellas, no obstante que en la pista se reparten las medallas de oro entre Olimpiadas y Mundiales por poquísimo centímetros. Y así han elegido sostenerse en la subasta We Run Together la una a la otra, han ofrecido sus camisetas (firmadas) de sus equipos nacionales y Morris también el pectoral de los Mundiales 2019, precisamente para testimoniar «cómo debería ser el deporte y también, sobre todo, la vida».
No faltan dos atletas italianas de altísimo nivel internacional. La marchadora pullesa Antonella Palmisano, cuarta en las olimpiadas de Río y tercera en los Mundiales, está muy unida a la Athletica Vaticana también por haber servido para veces, en las comidas de navidad, a las familias pobres asistidas por el Dispensario pediátrico Santa Marta. Palmisano invita a una cena en su casa («cocinamos mi marido y yo»), la posibilidad de asistir a un entrenamiento de marcha y su original pasador de pelo en forma de flor que usa en las competiciones (se lo prepara la madre costurera). Y en la pista está también la jovencísima florentina Larissa Iapichino (18 años el 18 de julio) —hija de arte, la madre es la inolvidable Fiona May— campeona europea sub-20 de salto de longitud. Para la subasta ha donado el traje del equipo nacional italiano que utilizó en la competición, el 21 de julio de hace un año, en Boras en Suecia.
En el sector masculino han bajado al campo auténticos «monumentos» del atletismo. Empezando por sir Sebastian Coe que, después de una extraordinaria carrera de medio fondo (dos veces campeón olímpico, doce récords mundiales), ha organizado las Olimpiadas de Londres en 2012 y hoy es presidente de la Federación internacional de atletismo. Coe ha puesto a disposición una camiseta de la World Athletics y su autobiografía (Running my life).
Stefano Baldini es, en Italia, el símbolo del maratón por su victoria en los Juegos Olímpicos de Atenas en 2004: ofrece una camiseta de la selección italiana y sus zapatillas «legendarias», todo firmado. No es una excepción Fabrizio Donato, capitán del equipo nacional italiano, que apunta a su sexta Olimpiada después de subir al podio en el salto triple en Londres en 2012 y ganar dos títulos europeos. De su parte una invitación a su casa para una cena con su familia (su esposa, ex atleta y sus dos hijas): y que Donato es un excelente cocinero lo saben bien las familias del Dispensario Santa Marta, considerando que ha preparado dos veces la comida para ellos.
Y también, Thiago Braz da Silva, campeón olímpico de salto con pértiga en su Río de Janeiro, dona la camiseta de la selección brasileña. Al estilo de la «cultura del encuentro», entonces, Davide Re, poseedor del récord italiano de los 400 metros, invita a un fin de semana de entrenamiento en el centro deportivo de las Llamas Amarillas en Castelporziano. Particularmente emocionante será el entrenamiento con Oney Tapia, el campeón mundial invidente de lanzamiento de discos. De origen cubano pero ya bergamasco, Tapia —que ha «probado» el camino para ciegos en los Museos Vaticanos— también pone a disposición su máscara histórica con la palabra «paz». En el grupo está, para representar el estilo de Athletica Vaticana (también una dedicación especial en la camiseta), don Vincenzo Puccio, párroco en Barcellona Pozzo di Gotto en la zona de Messina. Con una confesión: entrenar y correr con él significa también rezar juntos. Finalmente, para representar el mundo paralímpico, está Sara Morganti, la tres veces ganadora de los Juegos Ecuestres Mundiales: de su parte la camiseta de los Juegos Paralímpicos de Londres.
La subasta solidaria finalizará el 8 de agosto: el Comité Olímpico Internacional, Carolina Kostner y los jugadores de Atalanta están a punto de salir al campo, entre otros. Para información: www. athleticavaticana.org
de Giampaolo Mattei