
04 julio 2025
Alberto Carrara*
Imagine a un hombre que, cada mañana, se levanta al alba, se somete a pruebas cognitivas, controla cada parámetro vital, toma más de cien pastillas al día, se entrena físicamente como un atleta olímpico y planifica cada comida según un protocolo científico personalizado. No se trata de un experimento distópico sacado de una novela ciberpunk, sino de la vida cotidiana de Bryan Johnson, un visionario empresario de Silicon Valley que, con su proyecto Blueprint, invierte millones de dólares cada año en un intento de invertir el proceso de envejecimiento y prolongar la vida indefinidamente.
Johnson protagoniza el documental de Netflix Don’t Die - The Man Who Wants to Live Forever, símbolo extremo y polémico de un movimiento cultural que ...
Este contenido está reservado para suscriptores

Estimado lector:
el acceso a todas las ediciones de L’Osservatore Romano está reservado para los suscriptores.
el acceso a todas las ediciones de L’Osservatore Romano está reservado para los suscriptores.