· Ciudad del Vaticano ·

La preocupación del Papa por un mundo inmerso en la tecnología

Los medios de comunicación y las estrellas

Painting; oil on panel; overall: 126.9 x 120 cm (49 15/16 x 47 1/4 in.)
framed: 165.7 x 158.8 x 8.3 ...
04 julio 2025

Arturo López

León XIV en la homilía a conclusión del jubileo del deporte dijo que los “social media” «están transformando profundamente nuestra percepción y nuestra experiencia de la vida». Se suele decir que el hombre moderno actúa según el gusto del momento. Podemos suponer que los medios de comunicación modernos reflejen esta tendencia: “post” que se publican con la foto simpática del momento; “like” a la foto de la modelo, del paseo en montaña, de las vacaciones aquí o allí; comentario visceral sobre la decisión de tal o cual político, de la serie del momento; recorrida veloz de lo nuevo en televisión… y un largo etcétera que culminan en el mismo denominador: el presente, y ni siquiera el presente en toda su extensión diurna, sino el momento, el instante. Esta particularidad de la realidad como lo es el instante, se ubica en contraposición al “evento”, es decir al conjunto de experiencias situacionales sujetas a interpretación de un hecho. Y ahí radica la dificultad y hasta el drama del hombre de nuestro tiempo: confundir el evento con el momento particular. Es como si se perdiera la capacidad e interpretar un todo abandonándose al aquí y ahora absolutizándolo.

Centrarse en el momento, en el instante, corre el riesgo de absolutizar el presente, perdiendo de vista un futuro, y si esto es así, la ética o las preguntas sobre nuestros actos pierden valor, pues sólo importaría el momento, el gusto del instante, sin importar lo que esto pueda generar o suscitar en un futuro cercano o lejano. Si esto se cumple, virtudes como la fe y sobre todo la esperanza pierdo todo su valor.

Es de opinión común que el hombre de hoy y sobre todo tantos jóvenes viven una “vida virtual”: a la mesa en familia, desconexión con el celular; caminando por la calle; desaparece el mundo, se está en ese mundo virtual; parece broma, pero hasta en un paso peatonal, es típica la imagen de la persona inmersa en su celular, como si la atención a los coches y lo que sucede a su alrededor no existiera. El mundo así pasa a un segundo plano, a un segundo nivel. Una vida así: absorta en el digital, no es absurdo que nos lleve a una sociedad del hombre solitario. Es curioso que en muchos casos se busque más un like que la aprobación de los padres o amigos. Ya León XIV lo ha señalado aduciendo que vivimos «en una sociedad marcada por la soledad, en donde el individualismo exasperando ha modificado el baricentro del “nosotros” al “yo”, acabando por ignorar al otro» (Misa en San Pedro durante el Jubileo del deporte, 15 de junio de 2025).

Gadamer decía que En este la "pérdida del evento" surge de la dificultad de superar la propia historicidad y el lenguaje para acceder a una comprensión pura y objetiva del evento original. Es como si un peregrino que quisiera recorrer el camino de Santiago, a mitad de camino se quedara en un hotel y decidiera hacer de él su morada. Sería absurdo, pero reflejaría las consecuencias de esta reflexión.

Dante lo cantó magistralmente, cuando al entrare en el Infierno lo describió como el lugar de «suspiros, llantos y males», y lo más curioso es que estos: «resonaban al aire sin estrellas», he ahí la paradoja del hombre moderno que, viviendo en un siglo de tanta luz como medios artificiales y naturales, decida continuar viviendo sin la luz que una mirada al cielo puede dar.