Hay una historia en el corazón del siglo XX que habla de mujeres, fe y comunicación. Una historia que, 110 años después de su nacimiento, sigue inspirando. Es la de las Hijas de San Pablo, una congregación religiosa fundada en 1915 con una misión inusual en su época: anunciar el Evangelio a través de los medios de comunicación. No solo se dedican a la prensa escrita, sino también hoy en día a los medios digitales, las redes sociales y las nuevas formas de narración. Junto al fundador, el beato Giacomo Alberione, una mujer que dio forma a esta visión fue Teresa Merlo (1894-1964), quien se convirtió en la Hermana Tecla, figura de inteligencia y espiritualidad que supo combinar concreción y profecía. Primera superiora general del instituto, fue un modelo de liderazgo femenino en una época en la que esto no era algo habitual.
Para dar a conocer su vida y su contribución a la historia de la comunicación religiosa, las Hijas de San Pablo han elegido un lenguaje contemporáneo: Scrollytelling, una forma de narración digital interactiva que combina textos, imágenes, vídeos y gráficos en una historia fluida, accesible incluso para los más pequeños y quienes no están familiarizados con los textos tradicionales. Scrollytelling ahora también está disponible en mandarín, coreano y lengua de signos italiana, haciendo así esta experiencia accesible a un público más amplio, internacional, y atenta a las necesidades de las personas con discapacidad sensorial.
El proyecto se acompaña de un vídeo introductorio, disponible en la página web oficial de las Hermanas Paulinas (paoline.org) y en sus redes sociales. Incluye la contribución de la Hermana Verónica Donatello, representante de la Conferencia Episcopal Italiana para la pastoral de las personas con discapacidad —quien recientemente intervino en las Naciones Unidas— y del cardenal Giorgio Marengo, misionero y arzobispo de Ulan Bator, Mongolia, una de las nuevas fronteras de la Iglesia mundial.
Sor Tecla falleció a los 70 años en Albano Laziale. Inicialmente enterrada en el Cementerio de Verano, tres años después fue trasladada a la cripta de la Basílica de Santa María Reina de los Apóstoles en la Montagnola, Roma. “Nos alegra enormemente poder compartir la historia de nuestra cofundadora, la venerable sor Tecla Merlo, con tantos hermanos y hermanas lejanos en el continente asiático y con quienes podrán conocer su historia - una historia con aroma a Evangelio - a través de una comunicación que utiliza el canal visual-gestual”, afirma la superiora general, Anna Caiazza.
Una narrativa femenina que trasciende los siglos y se renueva, desde la tipografía de principios del siglo XX hasta la red global, con el mismo deseo de llegar al corazón de las personas.