· Ciudad del Vaticano ·

Visita del Papa a la cárcel romana de Regina Coeli en la tarde del Jueves Santo

En señal de cercanía

Papa Francesco esce dal carcere di Regina Colei. Roma, 17 aprile 2025
ANSA/MASSIMO PERCOSSI
30 abril 2025

“Me gusta hacer cada año lo que hizo Jesús el Jueves Santo, el lavatorio de los pies, en la cárcel. Este año no puedo hacerlo, pero sí puedo y quiero estar cerca de vosotros. Rezo por vosotros y vuestras familias”. Con voz débil, aún menos audible por el ruido del entorno, el Papa Francisco quiso explicar el significado de su visita del Jueves Santo por la tarde a la prisión Regina Coeli. Tras pasar cerca de media hora en la penitenciaría romana, el Pontífice, aún convaleciente tras una larga estancia hospitalaria, no pudo celebrar allí la misa “in Coena Domini”, como tradicionalmente hace, renovando como Obispo de Roma una costumbre que inició en Buenos Aires. Sin embargo, quiso acompañar a los cerca de setenta reclusos de diversas nacionalidades que participan regularmente en las actividades y la catequesis organizadas por el capellán del instituto, el sacerdote franciscano conventual Vittorio Trani, a quienes recibe en la rotonda principal; pero también a todos los demás que permanecían tras las rejas. Escuchó confidencias, tocó o estrechó manos, firmó evangelios y libros de oración, animó y bendijo, e incluso lanzó besos. Siguiendo ese “estilo de Dios” que tantas veces ha indicado, hecho de cercanía, compasión y ternura, Bergoglio sigue caminando junto al Santo Pueblo fiel, sin excluir ni dejar a nadie atrás. A través de ese magisterio de gestos característico de su pontificado, que asume un valor aún más evidente en este período de sufrimiento físico, se hace presente sobre todo junto a los más marginados por la sociedad, confirmando, más aún, relanzando, un incansable dinamismo de proximidad para estar sobre todo con aquellos que más necesitan su cercanía.