Segoloni guía
las teólogas italianas

“Seguiremos avanzando en la línea de lo que se ha hecho en los últimos años (numerosas colaboraciones, eventos, encuentros, publicaciones, congresos...) para que la teología de las mujeres ya no sea considerada una teología más, sino que se reconozca como una dimensión esencial del pensamiento teológico de hoy y de mañana ‘en el tiempo que queda’”, escribió Simona Segoloni en el blog Il Regno inmediatamente después de ser elegida presidenta de la Coordinadora de Teólogas Italianas para el cuatrienio 2025-2029. Junto a ella, presidirán el nuevo Consejo la secretaria Federica Cacciavillani, monja ursulina del Sagrado Corazón de María y profesora de italiano; y las consejeras Alice Bianchi, profesora de religión; María Bianco, profesora de Historia y Filosofía; Donata Horak, profesora de Derecho Canónico; Milena Mariani, profesora de Teología Sistemática e Historia de la Teología del Siglo XX; y Silvia Zanconato, estudiosa bíblica. Un grupo diverso y formado que continuará llevando adelante el compromiso de la CTI en la promoción del pensamiento teológico de las mujeres en Italia.

Simona Segoloni, casada y madre de cuatro hijos, de 52 años, nacida en Perugia, obtuvo el doctorado en Teología Dogmática en la Facultad Teológica de Italia Central en Florencia. Enseñó Teología Sistemática durante 15 años en el Instituto Teológico de Asís –siete de ellos como profesora permanente–, centrándose en eclesiología, mariología y teología trinitaria. Actualmente es profesora de Eclesiología en el Instituto Teológico Juan Pablo II para las Ciencias del Matrimonio y la Familia y de Teología Dogmática en Lumsa, Libera Università Maria Ss. Assunta en Roma. Ha hablado para “Mujeres, Iglesia, Mundo” en varias ocasiones.

Es una mujer franca, directa y apasionada tanto cuando habla como cuando escribe. Tras el nombramiento expresó su agradecimiento y determinación, subrayando la continuidad con el camino ya emprendido. Pero se intuye que, en este compromiso de liderazgo, junto al rigor y la competencia, pondrá su brío y, si es necesario, también su ironía (“La actitud humana más cercana a la gracia de Dios es el humor”, decía Francisco). Una mirada original capaz de entrelazar la investigación académica, la experiencia eclesial y la sensibilidad femenina desde una perspectiva inclusiva y generativa. Un nuevo paso para la CTI que en veinte años ha permitido crear una vasta red de académicas y dar visibilidad a su trabajo. Las teólogas italianas, todavía muy poco escuchadas en los lugares de decisión de la Iglesia, están construyendo una gramática de la fe que integra cuerpo y espíritu, historia y revelación, experiencia y doctrina. En un momento en que la Iglesia está llamada a renovarse, el pensamiento teológico de las mujeres es un recurso precioso y vital.