Bienaventurados los que trabajan por la paz

Lorena Pacho Pedroche En un mundo compungido por los vientos de guerra, atenazado por los conflictos armados, la violencia y el desarrollo constante de tecnologías bélicas y donde cada vez hay más intenciones de rearme con elevadas inversiones, la Iglesia Católica se mantiene firme en su postura a favor de la paz y del desarme. Los llamamientos a la no violencia, al abandono de las armas y a la reconciliación son una constante en la Doctrina Social de la Iglesia, enriquecida con el testimonio de innumerables santos y líderes católicos que han consagrado su vida a trabajar por la paz. Para la Iglesia, el desarme “general, equilibrado y controlado” es un medio necesario para alcanzar la paz. Documentos de gran calado como la encíclica Pacem in terris (1963) de San Juan XXIII o la ...