
En la historia de la lucha contra la mafia, la locura tiene rostro femenino. El primero es el de Serafina Battaglia, una de las primeras denunciantes. En los años 60 delató ante la justicia el tráfico ilícito de la mafia siciliana y llevó a los tribunales a los capos que mataron a su marido y a su hijo. ¡Para sus familiares actuó como una loca, una mentirosa a la que condenar al ostracismo! Serafina abrió el camino a decenas de mujeres que rompieron el silencio. Construir una red de protección y cuidado en torno a estas valientes es misión de “Libera, nomi e numeri contro le mafie”, la asociación fundada por el sacerdote Luigi Ciotti. Hablamos de ello con la presidenta Francesca Rispoli.
¿Quiénes son las locas de la lucha contra la mafia?
Hijas, hermanas y esposas de mafiosos. Casi siempre están movidas por el amor hacia sus hijos y están dispuestas a cambiar sus vidas e identidades. El dato dramático es que no se permite a todo el mundo. Quedan fuera del programa de protección aquellas que no entran en la categoría legal de “testigos” o “colaboradores” de la justicia, es decir, aquellas que no están implicadas en los juicios contra la mafia.
¿Qué riesgos corren estas mujeres?
Si no pueden cambiar su nombre y apellido, pueden ser encontradas y asesinadas. No existe ninguna ley que las tutele, no existe financiación pública que las incentive. Existe únicamente una red de seguridad hecha por nuestros voluntarios a través del proyecto “Libres para elegir” que actualmente atiende a 50 personas y que se afecta por extensión también a sus familias.
¿En qué consiste el proyecto en concreto?
Para quienes se desvinculan de la lógica criminal, se contempla la posibilidad de que sean temporalmente alejados de los menores y las mujeres de sus respectivas familias, con reubicación temporal en otras regiones de Italia.
¿Quién financia el proyecto?
Esto es parte del problema. Es una red autofinanciada, con la contribución de la Conferencia Episcopal Italiana. El Papa conoció a estas mujeres, la Iglesia reconoce su valentía. Pero sin una ley es complicado avanzar.
¿Llegará la ley?
En ello está trabajando la comisión “Cultura de la Legalidad y Protección de Menores” de la Comisión Parlamentaria Antimafia. La ley permitiría que mujeres y menores tengan protección jurídica, atención médica y una oportunidad laboral. Estas mujeres no piden dinero, quieren trabajar y enviar a sus hijos al colegio sin que las rastreen. Esperemos que la ley llegue pronto al Parlamento.
de Carmen Vogani
Periodista y autora