· Ciudad del Vaticano ·

MUJERES IGLESIA MUNDO

Cine

“Vermiglio”, el valor silencioso de las mujeres y su batalla sin armas

 «Vermiglio» Il coraggio silenzioso delle donne e la loro battaglia senza armi  DCM-002
01 febrero 2025

Es el año 1944, la Segunda Guerra Mundial arrastraba a los hombres al frente. En Italia, en la remota aldea de Vermiglio, enclavada en las montañas del Trentino, era las mujeres las que seguían adelante con la vida. Se ocupaban de cultivar los campos en todas las estaciones, de cuidar a los animales, de cuidar de los recién nacidos, de criar a los hijos… todo recaía sobre sus hombros según un destino ancestral, consolidado y aceptado. Estudiar era un privilegio reservado a muy pocos, a los hombres. Y en todo caso, eran los padres quienes decidían. A muchas hijas les imponían el convento. Un día, en la familia más importante del pueblo, la numerosa familia del maestro, la guerra se hizo presente con la llegada de un soldado siciliano, un desertor. La hermosa primogénita se casó con él y dio a luz una niña, pero un giro dramático, que ocurre cuando el conflicto ya ha terminado, cambió el curso de los acontecimientos y la vida de la propia mujer.

Gracias a esta trama sencilla y potente, la película “Vermiglio”, de Maura Delpero, fue presentada por Italia a los Oscar, después de haber ganado el León de Plata en Venecia y otros premios en el resto del mundo.

La directora, que hace cinco años debutó con “Maternal”, una convincente ópera prima centrada en una monja que lucha con su instinto maternal, esta vez sube el listón y ofrece a los espectadores un fresco coral lleno de verdad y humanidad, protagonizado por los humildes personajes (interpretados por habitantes reales de Vermiglio que hablan en dialecto) sobre los que descansa la gran Historia. La guerra no se puede ver, pero sus efectos se pueden sentir en las personas, especialmente en las mujeres sometidas a dura prueba por la incertidumbre, el sacrificio y el miedo. No es casualidad que detrás de la cámara haya una mujer, también originaria de esos mismos lugares, que sigue con mirada respetuosa y modesta a los personajes femeninos: esposas sometidas al cabeza de familia e hijas que, en la casa donde duermen tres personas en la misma cama, se susurran secretos y sueños en la penumbra y aceptan su papel subordinado sin rebelarse, aunque anhelan las mismas oportunidades que los hombres.

La película cuenta la historia de la Italia rural de ayer con una naturalidad conmovedora que acercó a Delpero al gran Ermanno Olmi. A pesar de las comparaciones siempre inapropiadas, “Vermiglio” es una obra fresca, sincera y profunda. Dejará una huella en el cine italiano.

De Gloria Satta