· Ciudad del Vaticano ·

El Papa a las Hermanas de la Sagrada Familia de Nazaret en el 150º de fundación

Umbrales de salvación para familias desplazadas y en dificultad

06 diciembre 2024

Ser “umbrales” a través de los cuales las familias puedan encontrar «refugio, esperanza y paz», especialmente las «devastadas por la guerra y la violencia, desplazadas de la propia casa, o que han huido de su país». Es la exhortación dirigida por el Papa Francisco a las cerca de ochenta religiosas de la Sagrada Familia de Nazaret recibidas en audiencia la mañana del miércoles 4 de diciembre, en el aula junto al Aula Pablo vi , con ocasión del 150º aniversario de la fundación de la Congregación.

¡Queridas hermanas, buenos días!

Me alegra acogeros precisamente al inicio de las celebraciones del 150º aniversario de vuestra Congregación. Deseo que este importante hito sea un motivo de gratitud al Señor por las muchas gracias recibidas durante vuestra historia, y también una ocasión para que cada una de vosotras se renueve espiritualmente en el alegre servicio al Señor.

Es hermoso y propicio que vuestro aniversario caiga al inicio del nuevo año litúrgico. El tiempo de Adviento, con su paciente espera, llena de esperanza en las promesas del Señor, puede servir de modelo para aumentar nuestra confianza en la providencia de Dios. Por eso rezo para que vuestras celebraciones ayuden a los miembros de la Congregación y a todos aquellos que colaboran en sus diferentes misiones a crecer en la confiada contemplación del Hijo de Dios encarnado, especialmente en el Santísimo Sacramento y en las personas que servís.

Al mismo tiempo, vuestro jubileo coincide felizmente con el Año Santo, en el cual la Iglesia entera va a entrar. Los Jubileos son momentos preciosos para hacer balance de nuestra vida, tanto como individuos que como comunidad. Son además ocasiones de reflexión, de recogimiento y de escucha de lo que el Espíritu Santo hoy nos dice (cf Ap 2,7). Con el corazón abierto al encuentro «vivo y personal con el Señor Jesús, “puerta” de salvación (cf. Jn 10,7.9» (Spes non confundit, 1), vuestras comunidades sean siempre como “umbrales” a través de los cuales las familias, que están en el centro de vuestro carisma, puedan encontrar refugio, esperanza y paz en Cristo Salvador.

Y al respecto, no podemos olvidar a las muchas familias devastadas por la guerra y la violencia, desplazadas de la propia casa, o que han huido de su país. Vuestra oración y vuestras obras generosas de caridad manifiesten siempre el amor de Jesús, para que podáis ser signos de esperanza para los que viven en cualquier tipo de dificultad.

Os aseguro mis oraciones, para que la Santa Familia de Nazaret siga siendo vuestro modelo en toda iniciativa, e invoco de corazón sobre todos vosotros la bendición del Señor. Su gracia sea vuestra alegría. Y os pido, por favor, que recéis por mí, pero rezar a favor, ¡no en contra!