Una civilización del amor necesaria para un mundo en el que “falta corazón”

Acogemos con gratitud esta nueva encíclica del Papa Francisco y subrayamos algunos aspectos notables de este documento. Lo más significativo de la encíclica y de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús es que permiten redescubrir que el centro de la fe cristiana no son ideas abstractas, ni tampoco una ética o unos valores, sino Jesucristo vivo de Corazón palpitante. Él nos espera “sin condiciones” (n. 1), nos ama con amor ilimitado, y descubrimos su Corazón en el evangelio a través de sus gestos, miradas y palabras (capítulo II). El texto insiste en que podemos tener una relación personal de amistad con el Señor. Dilexit nos completa de forma audaz las dos encíclicas anteriores de Francisco, Laudato Si y Fratelli Tutti. En efecto, ...