«Consuela a los que están en el dolor»

Publicamos a continuación la oración que el Papa pronunció antes de la bendición final durante la misa celebrada en el Cementerio Laurentino de Roma, el sábado 2 de noviembre.

En la visita a camposanto, lugar de reposo de nuestro hermanos y hermanas difuntos, renovamos la fe en el Cristo muerto, sepultado y resucitado por nuestra salvación. También los cuerpos mortales se despertarán en el último día y aquellos que se han dormido en el Señor serán asociados a Él en el triunfo sobre la muerte. Con esta certeza, elevamos al Padre nuestra oración unánime de sufragio y de bendición. Bendito seas, oh Dios, Padre del Señor Nuestro Jesucristo, que en tu gran misericordia nos has regenerado mediante la resurrección de Jesús de los muertos a una esperanza viva, para una herencia que no se corrompe y no marchita (cfr 1 Pt 1,3-4). Escucha la oración que te dirigimos a Ti por todos nuestros seres queridos que han dejado este mundo. Abre los brazos de tu misericordia y recíbelos en la asamblea gloriosa de la santa Jerusalén. Consuela a los que están en el dolor de la separación, con la certeza de que los muertos viven en Ti y que también los cuerpos, encomendados a la tierra, un día serán partícipes de la victoria pascual de tu Hijo. Tú, que en el camino de la Iglesia has puesto, como signo luminoso, a la Beata Virgen María, por su intercesión sostiene nuestra fe, para que ningún obstáculo nos haga desviarnos del camino que lleva a Ti, que eres la gloria sin fin. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.