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Las cruces rosas del desierto de Ciudad Juárez

 Le croci rosa nel deserto di Ciudad Juarez  DCM-010
31 octubre 2024

Multitud de cruces de madera pintadas de rosa y clavadas en la tierra son obra de madres y padres y de hermanas y hermanos. Están en el desierto de la Juárez Valley y señalan el lugar dónde se encuentran los cuerpos sin vidas de las víctimas de desapariciones, trata de personas y feminicidios.

Violadas, torturadas y cruelmente mutiladas. Las cruces forman un panteón en el que están grabados los nombres de las mujeres asesinadas y los mensajes de sus familiares. Están decoradas. Su presencia supone algo de consuelo para los familiares y son un grito que clama justicia en medio de una elevadísima impunidad. Las mismas autoridades tienen por costumbre volcar la culpabilidad en las propias víctimas, muchas veces de clase humilde, a las que tachan de prostitutas y drogadictas. Por ello, la antropóloga Julia Monárrez Fragoso propone la definición de “feminicidio sexual sistémico”.

En toda Ciudad Juárez, en el estado mexicano de Chihuahua, tierra de narcos, donde han desaparecido miles de mujeres en los últimos treinta años (algunas estimaciones indican que más dos mil), las cruces rosas se han convertido en un símbolo de la lucha contra los feminicidios para que el mundo no los olvide, se avergüence e intervenga. En la foto, vemos el memorial en recuerdo de Marisela Escobedo, que era la madre de una joven asesinada y fue asesinada, a su vez, porque pedía justicia. En la página siguiente, el lugar donde se encontraron los cuerpos de ocho mujeres en 1996.