En los informes presentados por las diócesis y conferencias episcopales durante el proceso sinodal, el clericalismo ha surgido como una de las cuestiones clave que afectan negativamente la vida de la Iglesia. El sacerdote representa a Jesús en la asamblea litúrgica y en cada momento de su vida. Está ordenado para ser otro Cristo.
Por eso, necesita pasar tiempo de calidad con Dios todos los días y contar con un acompañante espiritual que le ayude a guiar su vida. La figura de sacerdote que me gustaría sería la de un oyente atento. Como buen pastor, conocería a todas las familias de su parroquia y cuidaría de aquellos que están perdidos, destrozados y pasando por dificultades. Se interesaría mucho por el camino espiritual de aquellos a su cuidado. Sería creativo para llegar a varios grupos de edad con sus necesidades específicas de crecimiento espiritual. Trataría a todos con respeto. Puedo complacerme por haber conocido a varios sacerdotes que viven una vida de dedicación y servicio y son compasivos, respetuosos y sensibles, siempre dispuestos a sacrificar sus vidas por los demás.
de Shalini Mulackal
Hermanas de la Presentación de la Virgen María