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Música

Silbar un Avemaría

 Fischiare  l’Ave Maria  DCM-007
06 julio 2024

Elena Somarè, fotógrafa de éxito, es hoy una estrella del silbato melódico (es la única mujer en el mundo) y ofrece conciertos en todas partes, desde Abu Dhabi hasta Montecarlo, pasando por Nueva York, Corea y Roma. Ha participado en las bandas sonoras de películas de Paolo Sorrentino, Pupi Avati, Valeria Golino y ha grabado varios álbumes. El último, titulado Sacro e profano, contiene piezas de inspiración religiosa como el Aria para la cuerda de sol de Johann Sebastian Bach, el Avemaría de Franz Schubert y un Padrenuestro judío. Son piezas de siempre que Somarè repropone con silbidos, “nuestra segunda voz”, consiguiendo un efecto tremendamente evocador.

¿Cuándo descubrió esta habilidad?

Ya de niña silbaba para imitar a mi padre. Pero hace solo unos diez años, cuando la difusión de la tecnología digital puso en crisis mi trabajo como fotógrafa, decidí perfeccionar la técnica por sugerencia del compositor sueco Mats Hedberg, mi colaborador. Estudié música, grabé mi primer disco, comencé con los conciertos y el silbido melódico se convirtió en mi vida.

Desarrollando una actividad tradicionalmente reservada a los hombres, ¿se ha encontrado con prejuicios?

Muchos, y sigo encontrándolos. Aunque mis conciertos tienen demanda en todo el mundo, todavía no he conseguido encontrar un agente y tengo que gestionar mi carrera sola, apoyándome en el boca a boca. Silbar se considera una expresión vulgar permitida solo a los hombres. O una actividad de los artistas de circo. Pero en mis conciertos todos se emocionan y algunos lloran.

¿Cómo se lo explica?

A pesar de su mala fama, el silbido es un instrumento maravilloso que toca cuerdas ancestrales, despertando los sentimientos más profundos. Es un lenguaje universal.

¿Encuentra mujeres interesadas en este tipo de canto?

Sempre di più. Alla fine dei concerti mi chiedono da dove cominciare. Tanto che ho scritto un manuale per insegnare la tecnica.

¿Cómo ejercita su “instrumento”?

Estudiando música, haciendo ejercicios de respiración y entrenando los músculos de mi boca. Como los trompetistas. Mis enemigos son el aire acondicionado y las ráfagas de viento.

¿Cuánto tiempo ha durado su silbido más largo?

Un minuto y medio.

¿Por qué ha incluido piezas sacras en su último disco?

Surgió de forma natural ante un mundo desgarrado por las guerras. Siento además un creciente deseo de actuar en iglesias que, además, tienen una acústica perfecta.

¿Su mayor sueño?

Actuar delante del Papa Francisco.

de Gloria Satta