· Ciudad del Vaticano ·

Después de la reunión del Consejo Ordinario de la Secretaría General del Sínodo en vista de la X Asamblea General Ordinaria

Hacia la publicación del «Instrumentum laboris 2»

28 junio 2024

Está prevista para la primera mitad del mes de julio la publicación del Instrumentum laboris ( il ), el instrumento de trabajo para la segunda sesión de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, programada del 2 al 27 de octubre sobre el tema «Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión». Da la noticia un comunicado de la Secretaría general del Sínodo -difundido en la mañana del martes 25 de junio- informando que en los días 23 y 24 de este mes se reunieron en presencia y por videoconferencia los miembros del xv Consejo ordinario, acompañados por algunos consultores de la misma Secretaría, precisamente para debatir sobre una primera versión del il .

Después de la reunión de teólogos y teólogas, celebrada del 4 al 14 de junio, que había articulado los informes recibidos de la Secretaría, se elaboró una primera redacción del documento. Además de los miembros del Consejo, este texto también se ha enviado a unas setenta personas, que representan a todo el pueblo de Dios (sacerdotes, consagrados y consagradas, laicos, representantes de realidades eclesiales, teólogos, agentes pastorales y un número significativo de pastores) de todo el mundo, de diversa sensibilidad eclesial y de diferentes “escuelas” teológicas.

«Queríamos realizar esta amplia consulta para ser coherentes con el principio de circularidad -lo que viene de la base, vuelve a la base- que ha animado todo el proceso sinodal. Esta verificación del material elaborado a la luz de los informes recibidos también quiere ser un ejercicio, por parte de la Secretaría General, de la rendición de cuentas (accountability) que caracteriza a la Iglesia sinodal y que, estoy seguro, testimoniará la autenticidad de los trabajos sinodales», explica el cardenal secretario general Mario Grech.

La reunión también vio una comparación sobre el progreso del proceso sinodal, en particular de este tiempo entre las dos sesiones de la asamblea. Los informes de los miembros del Consejo muestran, en general, un sentimiento de gratitud y confianza por el camino recorrido. El Informe de síntesis de la primera sesión fue bien recibido por las comunidades locales porque era fiel a los frutos de su escucha. También fue muy apreciada la iniciativa de convocar a algunos párrocos en Roma, no solo porque se respetó una indicación dada por la asamblea de octubre de 2023, sino porque el encuentro permitió la escucha real de los más de 200 párrocos reunidos en Sacrofano, investidos ahora por el Papa Francisco con un verdadero «mandato» de misioneros sinodales. Por último, muchos han subrayado el aprecio que el método de la conversación en el Espíritu ha encontrado en muchas realidades eclesiales, hasta el punto de ser adoptado en no pocas diócesis como modalidad “de trabajo” en los consejos diocesanos y parroquiales, hasta las reuniones de Conferencias episcopales. -Es el mejor regalo de este Sínodo -afirmó uno de los participantes.

Los trabajos de este año, a pesar de la brevedad del tiempo disponible, han ayudado a los fieles a comprender que este Sínodo es sobre la sinodalidad: por lo tanto, no tiene como objetivo resolver este o aquel problema, sino entrar en una dinámica de conversión pastoral, de un estilo de ser y vivir la misión de la Iglesia, confiando en el apoyo del Espíritu Santo. Por último, ha surgido claramente la invitación a vincular más el actual proceso sinodal con el camino de preparación al Jubileo, en primer lugar a partir de la oración.

En la mañana del lunes 24, los miembros del Consejo fueron recibidos en audiencia por el Papa Francisco, quien los animó a continuar con su trabajo. Los participantes también aprobaron un programa general de la próxima asamblea. Los trabajos han sido apoyados por la celebración común de la Eucaristía.

Tras el trabajo del Consejo y la amplia verificación, se elaborará una nueva versión del il y se enviará de nuevo al Consejo Ordinario para su aprobación. El documento se presentará al Santo Padre para su aprobación definitiva.