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Puntos de reflexión
Reflexiones de las alumnas de una escuela romana

Como me imagino a Dios

 Dio come io lo immagino  DCM-005
04 mayo 2024

Dio “tiene ganas de mí”. “Nos llama y quiere estar con todos”. Son solo algunas de las frases escritas por un grupo de alumnas y que nacen de una pregunta: ¿Qué piensan las niñas de Dios?, ¿cómo lo imaginan?, ¿qué le pedirían?

Cualquiera que trate con niños, especialmente los de 8 y 9 años, sabe que en ese momento de sus vidas tienen una predisposición natural a lo Trascendente. Viven en una apertura clara y curiosa que va directa al grano. Están llenos de preguntas sobre Dios, sobre lo que pasa después de la muerte y sobre los misterios últimos de la existencia. Y muchas veces con una profundidad que asombra. Por eso, propusimos a una joven profesora Gabriella Guarnieri, del Instituto Gianelli de Roma, asignar a sus alumnas un tema que les permitiera hablar de Dios. El título propuesto era el siguiente: “Qué sabes de Dios, cómo lo imaginas, qué te gustaría saber de su corazón y de sus deseos para tu vida” y “cómo te sientes con respecto a Él”. Damos desde aquí las gracias a Gabriella y a todas las niñas y recogemos las aportaciones de ocho de sus alumnas de 9 años de edad.

de Elisa Calessi

Aria — Mi increíble custodio


Mi increíble custodio. Soy muy amiga de Dios, pero no lo conozco muy bien. También creo que cuando Dios creó el mundo no estaba solo. Seguramente necesitaba ayuda y contó con una gran amiga suya creada con sus propias manos. Su nombre es Madre Naturaleza y le ayudó a crear las plantas y las flores. No soy como los sumerios que creían que era fuerte físicamente, con grandes músculos, y que era un hombre fuerte.

¡No! Yo creo que es sabio y sencillo y con unas palabras que parecen salidas de la boca de un poeta. Es también el que más ha sufrido. Así aprendió todo lo que no sabía y que todavía los humanos no sabemos. Creo que es fuerte, no físicamente, sino internamente, porque algunas cosas se encuentran dentro, no fuera. Luego encontró una madre maravillosa, María. Por eso pienso que no debemos fijarnos en la fealdad de alguien, sino en su comportamiento. Jesús me conoce y me está cuidando mucho, porque estoy teniendo algunos problemas personales, pero mis padres dicen que lo que me pasa es normal mientras creces.

Marta — Siempre sonríe


Creo en Dios y a veces escucho su voz llamándome y, cuando me llama, soy feliz porque significa que Dios me necesita o me necesita. Siempre me imagino a Dios con una sonrisa en el rostro y con un corazón enorme lleno de alegría y amor. A veces me pregunto: “Pero Dios, ¿cómo has sido capaz de crear el mundo?”. Me siento muy amada por Dios, también porque, de lo contrario, no me habría llamado.

Emma — Es una persona confiable


Dios es persona confiable que, cuando tropiezas, te levanta y te ayuda a seguir caminando. Dios es una persona sin pecado, feliz de estar contigo. Me gustaría saber muchas cosas sobre su corazón, especialmente cuando algo le desagrada. Si lo supiera, diría a todo el mundo que no diga ni haga nada que le desagrade. Quisiera saber dónde está el paraíso para poder ir, dónde podría estar con mi padre Dios, que me abrazaría. Sé perfectamente que Dios me conoce, porque Dios tiene sus brazos abiertos a todos, pero somos nosotros quienes rechazamos su abrazo.

Evita — Es mi confidente


Yo conozco sobre Dios que es un hombre muy amable y educado, es un hombre que haría cualquier cosa por nosotros. Me imagino a Dios bueno, dulce y siempre bondadoso con todos. Lo imagino grande y corpulento y lleno de amor. Y me gustaría saber muchas cosas, por ejemplo, sobre su amor, sus alegrías, sus tristezas y su felicidad. Siempre le pido a Dios si alguna vez mis padres y yo pudiéramos conocerlo bien. Me gustaría saber todo de Dios y espero que Dios quiera saber todo de mí, así como quiero saber todo de Él. A Jesús lo describo así: alto, delgado, bueno, con ojos marrones y el pelo entre castaño y pelirrojo. Dios lo es todo para mí, Dios para mí es confidente. Para mí es mi segundo padre. Para mí Dios es toda la luz que existe.

Maya — No le gustan los sacrificios


Dios es Padre y no le gustan los sacrificios, porque solo quiere que estemos bien y que permanezcamos fieles a él, a pesar de las tentaciones del diablo. Dios es único y para mí también es luz de la vida y la paz. Él es sabio. Yo de Dios quisiera saber cuánto daño hacen a su corazón las mentiras, los desprecios, o cuando robamos o nos peleamos. Me gustaría saber qué será de mí en el futuro y si volveré a ver a toda mi familia en el Cielo. Con Dios me siento como si estuviera en una luz que me espera con los brazos abiertos y me dice: “Bienvenida al Paraíso, te he estado esperando”.

Bianca — Nos quiere libres


Sé que Dios es omnipotente y quiere que tengamos la libertad de elegir. Dios es generoso, lleno de bien y ni por un segundo tendrá en cuenta el mal. Me gustaría saber un poco todo sobre su corazón como qué le enfada y qué le hace llorar de alegría. Creo que quiere el bien para mí y todo lo bueno. Y lo mismo para los demás. Siento que Dios me conoce y es como si él me hubiera conocido desde siempre, porque él es el Dios del cielo y de la tierra.

Silvia — Me gustaría saber qué piensa de nosotros


Dios es Padre para todo el mundo, incluso para los no creyentes. Creó la tierra en siete días. Me gustaría saber qué piensa Él de nosotros y cuántas personas más y cuántas cosas más pondrá en la tierra. Sé que Él nos ama y que pasó por la cruz por nuestra salvación.

Creo que Dios nos llama y nos quiere a todos. Por la mañana, cuando rezo, le ofrezco las buenas obras y también las peores, para que Él las transforme en alegría para todos los enfermos y para mi familia. Creo que el ángel de la guarda que Él nos dio está siempre a nuestro lado, a pesar de las tentaciones del diablo. Jesús nos salvó y nos prometió que los que crean en Él durante la vida irán al Cielo y que los que han cometido muchos pecados irán al Infierno, pero si se confiesan y rezan a Dios entonces irán al Cielo.

Alicia — Tiene un corazón de oro


Mis amigos especiales son Jesús, Dios y María. Dios tiene un corazón de oro y sé que me está protegiendo desde arriba y me gustaría conocer su corazón para ver cuánto amor tiene, sé que es mucho. Me siento protegida por Jesús porque es un amigo que no abandona a nadie. Cumple sus promesas. Jesús, Dios y María son muy especiales para mí porque me protegen siempre y para siempre.