Contra la inhumanidad de la tortura

Con la mirada del corazón dirigida «a los pueblos en guerra..., a Tierra Santa, a Palestina, a Israel..., a Ucrania, la martirizada Ucrania», el Papa elevó una oración por los prisioneros de guerra: «Que el Señor mueva la voluntad de liberarlos a todos», deseó al final de la audiencia general del miércoles 17 de abril. Y a este respecto denunció la práctica «muy fea» de «torturar a los prisioneros», calificándola de «no humana» e invitando a los fieles a pensar «en tantas torturas que hieren la dignidad de la persona, y en tantas personas torturadas».