En abril, siguiendo las intenciones de oración del Papa para 2024, rezamos “Por el papel de la mujer”. “Oremos para que la dignidad y la riqueza de las mujeres sean reconocidas en todas las culturas y para que cese la discriminación que sufren en diversas partes del mundo”, pide Francisco.
¿Existe una forma femenina de rezar?
La teóloga Cettina Militello, que escribe el análisis de este número de Mujeres Iglesia Mundo, no lo cree así. Sostiene que “si la oración femenina es diferente y, sobre todo guetizada, se lo debemos a la impronta que le ha dado el varón al reservarse el derecho de ser mediador entre la Divinidad y el grupo humano”. Las mujeres siempre han buscado el encuentro personal con Dios, de distintas formas y en distintos espacios. En todas las formas de fe y confesiones, la oración femenina no es solo contemplación, sino diálogo. “Es la dimensión que me ayuda a comunicarme con el Otro”, dice la pastora bautista Lidia Maggi.
Es la oración de las madres brasileñas que invocan protección para sus hijos y la de las Patronas mexicanas que arrojan bolsas de comida a los migrantes a bordo de La Bestia, el infernal tren de carga en el que una humanidad sufriente llega a la frontera con Estados Unidos huyendo de la pobreza y las dictaduras. Y es el camino colectivo orante de la peregrinación a Colombia promovida por una monja dominica para preservar la memoria de la masacre de 342 agricultores en Trujillo y los pueblos aledaños. Para poder rezar todo el día y en cualquier lugar, un grupo de católicas italianas ha creado el Monasterio Wi-Fi; otras eligen la Escuela del Silencio y llaman a una pequeña puerta junto a una iglesia en el centro de Roma. También hay una monja camaldulense que sigue el hilo del alma tejiendo tapices.
Algunas súplicas femeninas en el Corán tienen una relevancia completamente actual y en la tradición islámica se conoce a la mujer como la madre de la espiritualidad. La oración de las mujeres judías tiene orígenes antiguos que ya se pueden encontrar en la Torá.
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La cuestión de la mujer también promete ser central en la segunda sesión del Sínodo de los Obispos, en octubre. En la carta que Francisco envió al cardenal Mario Grech, secretario general del Sínodo el 14 de marzo, entre los diez temas se encuentra, en el punto 5, el titulado “Algunas cuestiones teológicas y canónicas en torno a formas ministeriales específicas”. Un tema que abarca también la tarea de continuar la investigación teológica y pastoral sobre el acceso de las mujeres al diaconado.