· Ciudad del Vaticano ·

La homilía de la misa vespertina “Cena del Señor” del Jueves Santo

29 marzo 2024

Ante un grupo formado por reclusas y personal penitenciario, el Papa en su homilía en la Misa de Cena del Señor en la cárcel femenina de Rebibbia, en Roma, recordó que con el gesto del lavatorio de los pies, Jesús nos hace comprender la vocación de servicio y ante la traición de Judas nos recuerda que Dios perdona todo, siempre. “Jesús perdona todo. Jesús perdona siempre. Sólo pide que le pidamos perdón”. Esta es la invitación del Papa Francisco en la breve homilía de la Misa “in Coena Domini” de este Jueves Santo, celebrada, como ya es tradición en la sede de un centro penitenciario romano. En la sección femenina de la cárcel de Rebibbia, bajo una gran carpa en el patio de la prisión, Francisco presidió la misa de la Cena del Señor en presencia de unas 200 personas, entre las que se encontraban reclusas, ex reclusas, personal penitenciario y algunas familias. Publicamos, a continuación, la homilía del Pontífice.

En este momento de la cena, dos episodios llaman nuestra atención. El lavatorio de los pies de Jesús: Jesús se humilla, y con este gesto nos hace caer en la cuenta de lo que había dicho: “No he venido a ser servido, sino a servir” (cf. Mc 10,45). Nos enseña el camino del servicio. El otro episodio -triste- es la traición de Judas que no es capaz de llevar adelante el amor, y entonces el dinero, el egoísmo le llevan a esta cosa fea. Pero Jesús lo perdona todo. Jesús perdona siempre. Sólo pide que le pidamos perdón.

Una vez, oí a una viejecita, una viejecita sabia, una abuela, del pueblo... Decía: ‘Jesús no se cansa nunca de perdonar: somos nosotros los que nos cansamos de pedir perdón’. Pidamos hoy al Señor la gracia de no cansarnos.

Siempre, todos tenemos pequeños fracasos, grandes fracasos: cada uno tiene su historia. Pero el Señor siempre nos espera, con los brazos abiertos, y nunca se cansa de perdonar.

Ahora vamos a hacer el mismo gesto que hizo Jesús: lavar los pies. Es un gesto que llama la atención sobre la vocación de servicio. Pidamos al Señor que nos haga crecer, a todos, en la vocación de servicio.

Gracias.