· Ciudad del Vaticano ·

Para mantener un vínculo con los cristianos de Oriente Medio

Iniciativa deseada por los Pontífices

15 marzo 2024

La “Colecta para Tierra Santa” nace de la voluntad de los Pontífices de mantener fuerte el vínculo entre todos los cristianos del mundo y los Santos Lugares. Es la fuente principal para el sustento de la vida que se desarrolla en torno a los Santos Lugares y el instrumento que la Iglesia se ha dado para ponerse al lado de las comunidades eclesiales de Oriente Medio. En los tiempos más recientes, el Papa Pablo VI, a través de la Exhortación apostólica Nobis in Animo (25 de marzo de 1974), dio un impulso decisivo a favor de Tierra Santa, visitada por él en la histórica peregrinación de 1964.

La Custodia Franciscana a través de la Colecta puede sostener y llevar a cabo la importante misión a la que está llamada: custodiar los Santos Lugares, las piedras de la memoria, y favorecer la presencia cristiana, las piedras vivas de Tierra Santa, a través de muchas actividades de solidaridad, como por ejemplo el mantenimiento de las estructuras pastorales, educativas, asistenciales, sanitarias y sociales.

Los territorios que se benefician bajo diferentes formas de apoyo procedente de la Colecta son: Jerusalén, Palestina, Israel, Jordania, Chipre, Siria, Líbano, Egipto, Etiopía, Eritrea, Turquía, Irán e Irak.

Como norma, la Custodia de Tierra Santa recibe el 65% de la Colecta, mientras que el 35% restante va al Dicasterio para las Iglesias Orientales, que lo utiliza para la formación de los candidatos al sacerdocio, el sustento del clero, la actividad escolar, la formación cultural y los subsidios a las diferentes circunscripciones eclesiásticas de Oriente Medio.

En 2023, para la Colecta de Tierra Santa, el Dicasterio recibió 6.571.893,96 € para la formación académica, espiritual y humana de los seminaristas y sacerdotes de las Iglesias bajo su jurisdicción.

Gracias a la Colecta se ha procedido a donar contribuciones (2.376.167,17 €) a los seminarios, a las casas de formación religiosa y a las instituciones culturales en los territorios de competencia, apoyando bajo diversas formas (becas, tasas universitarias y cualquier otra necesidad sanitaria) también en Roma a jóvenes seminaristas y sacerdotes, religiosos y religiosas y, compatible con los fondos disponibles, a algunos laicos. El colegio, abierto hace seis años para albergar a las religiosas que provienen de diferentes países orientales, acoge este año a 28 consagradas, de un total de 230 estudiantes, que se benefician de la beca, alojadas en los siete colegios de competencia del Dicasterio.

No hay que olvidar la contribución (un millón de euros) al sostenimiento del Pontificio Instituto Oriental, institución académica superior con dos facultades, Ciencias eclesiásticas orientales y Derecho canónico oriental, de la que es Gran Canciller el prefecto, así como el apoyo al Comité para la Colaboración Cultural que desarrolla su actividad en el ámbito ecuménico.

En cuanto a los subsidios para la actividad escolar (2.246.597,72 €), la diócesis patriarcal de Jerusalén de los Latinos, la Custodia franciscana, además de las otras Iglesias e Institutos religiosos, están comprometidos con la formación escolar de los jóvenes de Tierra Santa, y junto con el Secretariado de Solidaridad.

Una de las prestigiosas fundaciones que garantiza la formación académica es la Universidad de Bethlehem. Casi 3.300 jóvenes, musulmanes y cristianos, son formados intelectual y humanamente con la esperanza de comprometerse en la construcción de un país donde reine el respeto mutuo y se preserve la dignidad humana. Es apreciable el compromiso de los Hermanos de La Salle en la conducción de la Universidad.

Por último, en lo que respecta a las subvenciones ordinarias (1.260.615,08 €) y extraordinarias (107.613,24 €), obtenidas de la Colecta de Tierra Santa, el Dicasterio apoya a las Iglesias bajo su competencia, contribuyendo a la vida cotidiana de todas las circunscripciones. Después del terremoto del 6 de febrero del año pasado, que golpeó duramente las regiones noroccidentales de Siria, con edificios colapsados en Alepo, Lattakia e Idlib, así como las regiones meridional y central de Turquía, Siria y Turquía se están recuperando. La Conferencia Episcopal en colaboración con Cáritas Turquía ya ha puesto en marcha algunos proyectos con las contribuciones recibidas de varios benefactores, especialmente para la reconstrucción de viviendas, la restauración de iglesias y casas religiosas.

En Siria, la situación es mucho más grave, dada la precaria condición en la que se encontraba el país antes del terremoto. El Dicasterio, en colaboración con la Nunciatura Apostólica en Siria, ha hecho un llamamiento para apoyar a la población afectada por el terremoto. El Comité de Emergencia de la Iglesia en Siria ha preparado un proyecto de apoyo a las familias en dificultades para afrontar el invierno de la mejor manera posible. Las regiones que se beneficiarán son las de Alepo y Lattakia. Los beneficiarios totales del proyecto son unas 7.000 personas y el presupuesto total es de un millón de dólares para una duración de 9-12 meses. El Dicasterio, a petición del representante pontificio en Siria, ha transferido hasta ahora seiscientos mil dólares para este fin.

El estallido de la guerra en Gaza, tras los acontecimientos del pasado 7 de octubre, paralizó Tierra Santa. La falta de peregrinos y turistas ha puesto en dificultades a miles de familias. El Dicasterio está siguiendo el desarrollo de la situación, demostrando su cercanía a través de la delegación apostólica en Jerusalén, el Patriarcado Latino y la Custodia de Tierra Santa.

El Santo Padre tiene la intención de llevar a cabo un proyecto con fines humanitarios en Gaza o Cisjordania que pueda ayudar a la población a reanudar una vida más digna y que pueda crear oportunidades de trabajo, una vez terminada la guerra. Este proyecto podría llevarse a cabo con las ofrendas de los fieles de todo el mundo que participan en la Colecta para Tierra Santa.