Pueblos y culturas unidos por la fe mariana

Nuestra Señora de Guadalupe “es la imagen de la primera discípula, de la madre de los creyentes, de la Iglesia misma”. El Pontífice celebró la memoria litúrgica mariana en honor de la Virgen Patrona y Madre de las Américas el martes 12 de diciembre por la tarde, presidiendo la Misa en la Basílica de San Pedro.

Asistieron numerosos fieles americanos residentes en Roma, muchos de ellos ataviados con trajes tradicionales con los colores típicos de las antiguas culturas: todos juntos para mostrar afecto y devoción hacia la “Madre mestiza”, aquella que ha unido a los pueblos del continente más allá de las diferentes razas, lenguas y tradiciones.

Las oraciones de los fieles se elevaron con intenciones por la unidad de los cristianos, por el Papa, los obispos, las vocaciones, las familias, los enfermos, los moribundos, los emigrantes y los difuntos.

Concelebraron con el Papa cinco cardenales, cinco prelados —entre ellos Mons. Edgar Peña Parra, sustituto de la Secretaría de Estado, y Paul Richard Gallagher, Secretario para las Relaciones con los Estados y las Organizaciones Internacionales— y más de un centenar de sacerdotes.

A la consagración se acercaron los cardenales Robert Prevost, Prefecto del Dicasterio para el Clero, João Braz de Aviz, Prefecto del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, y Luis Antonio Tagle, Pro-Prefecto del Dicasterio para la Evangelización para la Sección de la Primera Evangelización y las Nuevas Iglesias Particulares. También participaron en la celebración algunos embajadores de países americanos. Al final, el Coro de la Capilla Sixtina y el Coro Latinoamericano interpretaron la famosa melodía La Guadalupana. Como en años anteriores, antes de la Misa se rezó el Rosario en español, ofrecido por las intenciones de la Iglesia en todo el mundo, y en particular por la Iglesia de las naciones americanas y de Filipinas.