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Liberar el dolor para renacer como hace la joven de Garbatella

 Liberare il dolore per rinascere  DCM-011
02 diciembre 2023

La ragazza Garbatella, de Laura Eduati, es una novela sobre el dolor y la alegría. De cómo el dolor permanece clavado en la vida y de cómo la vida puede continuar con alegrías, afectos, amistades, trabajo, pasiones e intereses sin dejar de llevar ese sufrimiento dentro hasta… lo que se descubre en la página 256 del libro, casi al final. La protagonista de la novela, la primera de la autora (que forma parte del grupo de colaboradoras estables de esta publicación), es una mujer joven -casi se la puede definir como una niña- que vive en una Roma alejada de la iconografía de antigua, imperial y soñolienta capital de muchas novelas y de muchas películas.

Nos encontramos con los edificios, las plazas, las calles de Roma en Garbatella, un barrio popular y culto, un barrio-ciudad en el que las relaciones todavía se caracterizan por la antigua solidaridad. Y en el que la protagonista -que es del norte y no le gusta especialmente Roma- se mueve a sus anchas con una mezcla de curiosidad y asombro. La chica tiene un trabajo intelectual, modesto y al borde de la precariedad: es periodista en una pequeña emisora ​​local. Tiene amigos, relaciones, conocidos. Se las arregla con gracia y amabilidad en una vida que no es cómoda, que implica incertidumbres, ambigüedades, malentendidos, pero también momentos de alegría. La que el brindan las novelas leídas y amadas, las amistades que revelan su profundidad, el amor por un perro encontrado por casualidad, la conquista de una casa que no es bonita pero que siente como propia. Y los amores, los amores posibles y los encontrados.

Esta de Laura Eduati podría ser una biografía sentimental agridulce, pero en cambio es una novela intensa. Desde las primeras líneas, el lector comprende que dentro de la vida de la chica de Garbatella hay algo silencioso y presente en cada gesto, en cada relación y en cada elección. Es el dolor. Un sufrimiento profundo e imborrable que la joven lleva dentro y que incluso le cuesta nombrar. Se irá revelando poco a poco. Mientras, le oprime como una enfermedad de la que parece imposible liberarse.

¿Pero es justo hacerlo? ¿Es correcto expulsar el dolor? Quizás no esté bien o no sea posible. Pero -y esto es lo que sugiere Laura Eduati- junto al árbol del dolor y sus raíces profundas, pueden nacer y crecer otros árboles, otras plantas y otras flores. La alegría, incluso el gozo, pueden rodear ese dolor, mitigarlo y frenar aquello que impide el nacimiento de nuevas y fructíferas relaciones, afectos y amores.

Es necesario no encerrar el dolor dentro de uno mismo. Exteriorizarlo, mostrarlo a los demás, compartirlo. Hablar, hablar y hablar de ello, como hace la joven de Garbatella en las últimas páginas del libro.

de Ritanna Armeni