· Ciudad del Vaticano ·

Inicia «Gracias, doctor»

Una campaña para los médicos de familia

 Una campaña para los médicos de familia  SPA-047
24 noviembre 2023

«Gracias, doctor»: es el eslogan de la primera campaña mundial a favor del médico de familia, que se presentó recientemente en el Vaticano, junto con la Declaración vinculada a la iniciativa y a la página web thankyoudoctor.org en tres idiomas (inglés, español e italiano) que se puede descargar.

La iniciativa se hace eco de una preocupación expresada en varias ocasiones por el Papa Francisco, para tratar de responder a la crisis del sistema sanitario en muchos países, y está promovida por la asociación sin ánimo de lucro “SOMOS – Community Care”. Esta reúne a más de 2.200 médicos de Nueva York comprometidos con el servicio en particular de pacientes inmigrantes, y es sostenida por la Pontificia Academia para la vida, además de otras organizaciones médicas, de enfermería, cívicas y académicas

En la rueda de prensa, que tuvo lugar en la mañana del jueves 16 de noviembre en la sala Benedicto xvi del Pontificio colegio teutónico, intervinieron el arzobispo Vincenzo Paglia y monseñor Renzo Pegoraro, respectivamente presidente y canciller de la Pontificia Academia para la Vida; los doctores Ramon Tallaj y Mario Paredes, los dos dirigentes principales de somos ; y Filippo Anelli, presidente de la Federación nacional de las órdenes de los médicos cirujanos y de los dentistas italianos (Fnomceo).

El objetivo de la Declaración para el redescubrimiento del médico de familia es recordar a los gobiernos, a las instituciones públicas y a los sistemas sanitarios la necesidad de volver a poner en el centro esta figura profesional para relanzar la relación con los pacientes, explicando que las batas blancas «contribuyen a fundar el sistema sanitario en la prevención». Mientras, «cuando la relación médico-paciente disminuye o se interrumpe, el sistema sanitario está condenado a intervenir solo cuando la situación del paciente ya se ha degenerado, con costes humanos y sociales muy elevados».

En la página web de la campaña la Declaración puede ser firmada por asociaciones, grupos, ciudadanos, con el fin de sostener y reconocer el rol cotidiano realizado por millones de médicos en los cinco continentes, que constituyen la primera línea de los sistemas sanitarios. «Me parece sabio que la Declaración llegue a llamar a los médicos “buenos samaritanos” –indicó el arzobispo Paglia–. Es una calificación que les honra pero sobre todo les responsabiliza en la humanidad necesitada de cuidados».

«En una cultura general contaminada por un egoísmo narcisista – añadió – proponer algunas consideraciones sobre el vínculo entre Evangelio, salud, enfermedad es más oportuno que nunca. El Evangelio en muchas ocasiones subraya la obra de sanación de Jesús: de 53 milagros, 30 son sanaciones. Esto ya señala la importancia que las sanaciones tienen en las narraciones evangélicas y por tanto en las primera comunidad cristiana».

La Declaración, dijo el presidente de la Pontificia Academia para la vida, «es una invitación importante para recordarnos que cada uno de nosotros es una persona que debe ser mirada a los ojos y vista en su totalidad. Tenía razón madre Teresa de Calcuta cuando observaba que “la peor enfermedad de Occidente hoy no es la tuberculosis o la lepra, sino el no sentirse amados y deseados, sentirse abandonados”». Y al respecto citó el testimonio de un escritor italiano no creyente, Ennio Flaiano, que tuvo una hija, Luisa, enferma de una encefalopatía hepática, que después murió.

Por su parte Anelli subrayó que «la comunicación y la relación interpersonal entre médico e individuo permanecen fundamentales para la tutela de la salud». También en un momento en el que los medios de información «se multiplican de forma desproporcionada, los ciudadanos siguen dando al médico la función de fuente principal sobre temas de la salud: el médico de familia es la fuente número uno», concluyó.