Un nuevo ingreso a la Necrópolis de Via Triumphalis

Desde el 17 de noviembre cada viernes y sábado con reserva desde la web de los Museos Vaticanos será posible visitar la Necrópolis de la Via Triumphalis accediendo desde la puerta en Plaza Risorgimento en Roma. El recorrido «Vida y muerte en la Roma de los Césares», organizado en vista del Jubileo 2025, valora un yacimiento arqueológico único en su tipo, un excepcional ejemplo de un antiguo cementerio romano.

La palabra necrópolis, del griego necròs (muerto) y pòlis (ciudad), indica la “ciudad de los difuntos”. Ya que la ley romana prohibía cremar y sepultar a los difuntos dentro de las ciudades por razones de seguridad y de higiene, encontramos áreas de cementerios a lo largo de las calles fuera del centro urbano. El paso de los viajeros alimentaba el recuerdo de los difuntos, pero era sobre todo la actividad de los vivos que estaba bien presente en las necrópolis: a través de prácticas particulares y ritos funerarios los antiguos romanos mantenían el vínculo con los propios seres queridos fallecidos y establecían un contacto con el más allá. Todas estas actividades están particularmente documentadas en la necrópolis que se que se desarrolló a lo largo del tramo de la Via Triumphalis cerca de la ciudad. Desde el borde de esta vía, que bordeaba la colina del vaticano, las tumbas se distribuían a lo largo de las laderas en varias terrazas. El paisaje se caracterizaba por una gran variedad de sepulturas, colectivas e individuales, de caminos y parcelas, a menudo utilizadas para las ceremonias vinculadas al culto de los muertos. Se trata de un yacimiento arqueológico único por el óptimo estado de conservación de los hallazgos y de gran interés para profundizar el conocimiento de las prácticas funerarias. En muchos casos se han encontrado las estelas funerarias inscritas que indican la identidad de los difuntos y sus historias individuales, a menudo de personas pertenecientes a las clases sociales medias y más humildes de la Roma imperial.